Un grupo de ‘start up’ sociales españolas aspira a
formar parte de la hermandad mundial de emprendedores que crece
alrededor de Unreasonable Institute, la institución creada por Daniel
Epstein que busca innovadores irracionales pero muy eficaces y que sean
rentables.
Teamlabs es el socio español de Unreasonable Institute. Se trata de un campus de innovación y emprendimiento a mitad de camino entre la universidad, un máster en emprendimiento y la vida real de la empresa. En realidad, Teamlabs no es una sucursal ni una filial de Unreasonable Institute en España. Ambas son comunidades abiertas en las que confluyen los métodos de acompañamiento de las start up sociales para que éstas sean rentables y escalables.
Ahora Unreasonable Institute y Teamlabs anuncian los siete proyectos españoles de impacto social y medioambiental seleccionados para formar parte de la generación 2017 de start up “irrazonables” que pretenden resolver los grandes problemas del mundo (pobreza, alfabetización, salud) y que deben impactar de forma positiva en al menos un millón de personas.
El año pasado, las start up candidatas fueron Sheedo, un papel de semillas, ecológico, y hecho artesanalmente con fibras de algodón orgánico; The Third Half, un touroperador especializado en la organización de viajes educativos con elementos de voluntariado a través del deporte a nivel internacional; Sequential Biotech, dedicada a encontrar modelos sostenibles que ayudan a solucionar la desigualdad en el ámbito de la salud; Xmigration, un buscador global que pone en contacto a viajeros y empresas facilitando la movilidad internacional; Voluntechies, un proyecto para ayudar a los niños en los hospitales a través de talleres con nuevas tecnologías como realidad virtual y los drones; Sensovida, que busca ayudar a personas mayores que viven solas para que estén más seguras; Ilusión +, que recauda fondos para diferentes proyectos relacionados con las enfermedades neurodegenerativas; Literates, una app para alfabetizar y mejorar las habilidades lectoras; y Outbarries, otra app que alerta a las personas ciegas sobre los problemas que hay en la calle y acerca de los comercios mediante mensajes de voz.
En 2017, otras siete start up españolas aspiran a entrar en la hermandad de los emprendedores irracionales: Looc, Showleap, Deriva360, Hemper, Degou, Yayadvisor e Impact Link.
Las siete start up candidatas participarán en Investment Preparedness Lab, un programa de entrenamiento intensivo de cinco días que Teamlabs, en colaboración con Unreasonable Institute, celebrará la próxima semana, y que preparará a las nuevas compañías para buscar alianzas estratégicas e inversión que les permita salir al mercado y crecer.
También podrán reunirse con inversores y mentores nacionales e internacionales.
La relación entre Unreasonable Institute y Teamlabs funciona a modo de laboratorios de aprendizaje para creadores de empresas en el mundo. Esta colaboración sirve para contrastar los métodos de actuación de estas start up sociales que persiguen la eficacia. Así, cada vez que se crea un laboratorio, se prueban las herramientas de acompañamiento de la escalabilidad de las start up sociales.
Acelerar proyectos ilógicos… pero rentables
En 2009, Daniel Epstein, Teju Ravilochan, Tyler Hartung y Vladimir Dubovsky crearon la que hoy se considera como la aceleradora de jóvenes emprendedores sociales más importante del mundo. Nacía así Unreasonable Institute que, desde sus comienzos, selecciona cada año a 50 finalistas que entran a formar parte de un ‘Mercado Ilógico’ en el que participan patrocinadores de todo el mundo. La idea es que cada candidato pruebe su potencia emprendedora consiguiendo beneficios, porque la efectividad de los proyectos es la principal característica de esta aceleradora. Esto no es muy habitual en el campo del emprendimiento social, que habitualmente se confunde con la filantropía o las actividades de las ONG. Unreasonable Institute exige a sus socios tres requisitos para llegar a formar parte de la gran hermandad social del emprendimiento rentable: tener una idea aparentemente ilógica; que sea económicamente sostenible; y que sea aplicable a un público de al menos un millón de personas.Epstein suele decir que la ejecución siempre va antes que la idea , y aquí se trata de que las ‘start up’ tengan un impacto social, pero han de ser sostenibles, porque si no, no son sociales. Que sean eficientes, y competitivas resulta tan importante como el impacto social que quieren provocar. Huye del modelo asistencial y busca sobre todo a emprendedores eficaces. No en vano, sus fundadores admiten que uno de sus principales errores históricos ha sido “seleccionar mal a los emprendedores por equivocarnos con los equipos”.