(Un texto de Jorge Parra en el suplemento económico del Heraldo de Aragón del 25 de enero)
Los responsables de las diferentes unidades de negocio de una empresa suelen preocuparse más por lo suyo que por lo común, lo que lleva a las compañías a perder buenas oportunidades. Las ideas innovadoras que cambian las reglas del juego en un sector surgen de diversas formas: pueden aparecer en ‘espacios en blanco’ entre áreas, cuyo descubrimiento y activación requiere el patrocinio interno; o cuando se combinan estratégicamente las fortalezas específicas de diferentes unidades que permiten alcanzar un elevado grado de innovación complementaria.
Para romper las barreras existentes entre silos, la empresa tiene que crear sistemas respaldados
por una cultura que valore la comunicación interna y la cooperación, desarrollando actividades de formación y sensibilización, rotación de los empleados entre unidades, utilización de equipos conjuntos interdepartamentales y desarrollo de programas comunes. Cuando HP reconoció, a principios de 2000, que estaba perdiendo su cultura innovadora, lanzó el programa «inventar desde
la intersección», que permitió el lanzamiento de productos y servicios innovadores, como los servidores de impresión inalámbricos.
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