(Un artículo de Arancha Bustillo publicado en el suplemento
económico de El Mundo del 29 de septiembre de 2013 - Cómo evitar que muera una ‘start
up’,Emprendedores&Empleo, expansion.com)
La falta de liquidez, un escaso análisis del mercado o
perder la oportunidad para lanzar el producto a tiempo son algunas de las
causas que llevan a una empresa a colgar el cartel de 'cerrado'. Una situación
que, de producirse, se debe realizar con la mayor transparencia.
BlackBerry se enfrenta a la etapa más dura de su vida: su posible venta. La compañía canadiense no es una start up, comenzó su andadura en 1984, pero ha cometido los errores que provocan la muerte prematura de muchas empresas. El principal ha sido, sin duda, quedarse parada. El que liderara, sobre todo entre los jóvenes británicos, la venta de smartphones no ha podido hacer frente a Apple y los teléfonos que utilizan el sistema Android. Le ha faltado visión empresarial, ha pecado de exceso de confianza y no ha conseguido fidelizar a sus clientes. Errores que los expertos consultados incluyen en la lista de fallos que diagnostican la defunción de un negocio.
BlackBerry se enfrenta a la etapa más dura de su vida: su posible venta. La compañía canadiense no es una start up, comenzó su andadura en 1984, pero ha cometido los errores que provocan la muerte prematura de muchas empresas. El principal ha sido, sin duda, quedarse parada. El que liderara, sobre todo entre los jóvenes británicos, la venta de smartphones no ha podido hacer frente a Apple y los teléfonos que utilizan el sistema Android. Le ha faltado visión empresarial, ha pecado de exceso de confianza y no ha conseguido fidelizar a sus clientes. Errores que los expertos consultados incluyen en la lista de fallos que diagnostican la defunción de un negocio.
Financiación
Aunque suelen conjugarse diferentes causas para provocar la
desaparición de una firma, Pedro José Diezma, CEO de la incubadora de negocios
Grupo Kebala, señala que "la capacidad de financiación es, en la mayoría
de los casos, el principal motivo que lleva a la liquidación de una empresa.
Cuando el crédito bancario se ha visto reducido, aproximadamente un 70%, es
complicado continuar". Desgraciadamente, esta falta de oxígeno económico
se ha convertido en el pan de cada día para muchas organizaciones. Y las nuevas
firmas no iban a salvarse. Pero en este capítulo el estrangulamiento del
crédito bancario no es la única excusa que pueden encontrar los emprendedores
que certifican la muerte de su compañía por falta de liquidez. Daniel Soriano,
director del Centro Internacional de Gestión Emprendedora de IE Business School, apunta la mala
estrategia de financiación como una razón de peso para las quiebras prematuras.
"A veces los empresarios creen que van a generar más dinero e invierten en
asuntos que les reportan más falta de liquidez".
Soriano también recuerda que algunas firmas mueren antes de
nacer. Asegura que esto sucede cuando la propuesta empresarial no convence al
mercado, cuando el emprendedor se enamora de su producto y no se preocupa de si
el mercado está listo para él. Pero, además, señala que otro error es pivotar.
Es decir, "cambiar el producto para adecuarlo al mercado tantas veces como
reclaman los clientes sin confirmar que el problema está en el artículo que
intenta vender".
Luisa Alemany, directora del Esade Entrepreneurship Institute, indica que, en ocasiones,
"la caja se vacía cuando creces tan rápido que no puedes controlar las
necesidades de capital de trabajo y te ahogas en el crecimiento".
Además de la falta de riego económico, una empresa puede
morir por carecer de un análisis previo de oportunidad real, por no estudiar
bien el mercado, la competencia, los recursos necesarios a nivel de equipo y,
por supuesto, por no elaborar un buen plan financiero. E, incluso, por muerte
natural. Luis Martín Cabiedes, socio de Cabiedes & Partners y profesor en
IESE, asegura que cualquier firma desaparece "cuando no encuentra mercado
o ha cumplido su ciclo". Según Cabiedes, "en diez años suele quedar
en pie el 30% de las nuevas empresas".
Si tu firma pertenece al 70% que no ha tenido tanta suerte
es importante saber decir adiós. Una tarea complicada para un emprendedor que
es, por definición, optimista. Es por ello que Alemany recomienda nada más
arrancar el proyecto "fijarse un plan, con unos indicadores que vayan
señalando si se va por el buen camino; y también el momento en que la empresa
está fracasando".
El CEO de Grupo Kebala cree que la despedida "debe
producirse antes del momento en que nos demos cuenta de que no somos capaces de
retomar el negocio, la demanda de los productos o servicios es baja, no podemos
pagar las deudas y salarios, o simplemente nos ha abandonado la ilusión. En
definitiva, antes de que se nos escape la situación de las manos". Cuando
esto pase, dice Diezma, "tenemos que procurar que el cierre afecte lo
menos posible a los empleados y proveedores. En definitiva, a las personas que
pueden ver seriamente dañado su patrimonio y su cartera". Cabiedes
recomienda que, ante todo, hay que intentar ser transparente. No sólo es importante
saber admitir la derrota, también es imprescindible intentar irse sin dejar
cadáveres. "Si ha llegado el momento de echar el cierre debes mirar a tu
alrededor y reconocer a la gente que ha apostado por ti y tratar de minimizar
sus pérdidas". Rodolfo Carpintier, fundador de la incubadora de proyectos
en Internet, DaD, cree que si llega el momento de dar carpetazo al negocio, no
está de más contar con un asesoramiento experto que guíe nuestros pasos. Sobre
todo cuando es la primera vez.
Si bien es cierto que se debería desdramatizar el fracaso y
aceptar que la incertidumbre es parte del proceso emprendedor, es difícil decir
adiós a un proyecto en el que se han puesto muchas ilusiones. Por eso, siempre
es necesario estudiar los pasos que se van dando.
¿Qué falla?
1. El modelo de negocio. Si éste no sale adelante o no produce los
beneficios que se espera, termina haciendo inviable la empresa. Un problema que
el equipo por sí mismo no puede solucionar.
2. Cuando se termina la caja antes de tener 'tirón' para hacer una
nueva ronda de financiación.
3. Cuando se producen problemas entre los fundadores de la compañía o
entre los socios.
4. La falta de equipo humano en muchas start up que tienen grandes proyectos pero no cuentan con el
talento que necesitan.
5. La mala gestión. Esto sucede, sobre todo, cuando se pierde la
perspectiva y el objeto de la compañía. Éste termina siendo uno de los factores
determinantes para el cierre de una empresa.
6. Pensar que el mercado es estático o llegar tarde. No ser el primero
en lanzar el producto.
Fuente: Rodolfo Carpintier, fundador de la incubadora de proyectos de
Internet, DaD.
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