(Un texto de Ángela Méndez en el suplemento económico de El
Mundo del 14 de julio)
Los emprendedores son descubridores. Como los colonizadores,
sus recorridos son a menudo largos, solitarios y arriesgados. Pero, como
también les ocurrió a éstos, sus aventuras son esenciales para el crecimiento
de nuestra sociedad: para construir nuevas economías y ecosistemas laborales”.
Así describe Reid Hoffman, fundador de LinkedIn, la actitud y misión de los
profesionales que ponen en marcha nuevas empresas.
Pero ¿qué les hace distintos? ¿Cuál es la esencia de ese gen
emprendedor? David Kidder, experimentado empresario y autor de El manual de las startup, considera que
más que unas capacidades innatas, lo que les diferencia es el espíritu de
superación ante los retos. “Emprender es un recorrido, no un resultado; y
necesitas estar obstinadamente comprometido con crecer como persona para ir
redactando tu propio manual de estrategia y llevar a cabo tu gran idea”,
explica.
Este camino es más fácil si se toma nota de los pasos y
errores que han experimentado los que nos han precedido, con éxito, en la
aventura empresarial. Por eso Kidder ha reunido en su libro las reflexiones de
40 fundadores de ‘start-up’ de éxito internacional, que explican cuáles son las
prácticas, conductas e ideas que favorecen el crecimiento de los negocios en
sus cinco primeros años de vida.
Entre sus consejos destaca que es necesario asumir que crear
empresas te expone, te saca de tu zona de confort y, a menudo, te obliga a
reconstruir tu iniciativa. Sólo si eres capaz de asumir esa presión con una
mezcla de humildad y fortaleza podrás dirigir tu proyecto y a tus
colaboradores.
En cuanto a si es bueno contar tu idea antes de lanzarla, la
balanza se inclina hacia el sí. Muchos emprendedores consideran que compartir
tu planteamiento de negocio con personas ajenas al proyecto aportará frescura y
puntos de vista no contemplados que pueden ayudarte a evitar graves errores.
Otra de las recomendaciones tiene que ver con la importancia
de formar un equipo eficaz. Explican que se debe buscar a los mejores, pero si
llega un momento en el que alguien no funciona, no hay que demorar el despido.
Y, ante todo, insisten en que hay que invertir tiempo para llegar hasta tu
próximo logro. No dejes que tu impaciencia te mate.
Llegar el primero
Reid Hoffman fundó Linkedin en 2003 basándose en que todo el
mundo se está convirtiendo en un agente profesional libre. Apunta que un factor
determinante de su éxito fue posicionarse como red profesional y no social.
Está convencido de que hay que crear empresas con una diferenciación
competitiva que se pueda multiplicar rápidamente por diez. Considera que ante
los problemas, hay que identificar y atacar los más difíciles, porque si te
centras en los pequeños y fáciles, puedes morir. Para Hoffman, al tomar
decisiones no debes basarte sólo en los datos: “Sigue tu criterio y tu opinión
sobre la realidad del momento”.
Sin miedo al riesgo
Cofundador de PayPal, Elon Musk consiguió revolucionar la
industria financiera en Internet.Con los ingresos que obtuvo de la venta de la
firma a eBay –1.500 millones de dólares– ha seguido desarrollando múltiples
negocios rompedores y arriesgados. En su manual empresarial es fundamental la
búsqueda de un producto extraordinario, y para lograrlo hay que estar atento a
los vaivenes del mercado. También recomienda no caer en el autoengaño: “Si algo
no funciona, busca una alternativa”.
La visión de futuro
A lo largo de la década de 1990 Steve Case y su equipo de
AOL consiguieron literalmente conectar Estados Unidos a la Red. Case defiende
que su motor es encontrar negocios que cambien el mundo y que den más poder y
capacidad de decisión al consumidor. Sus claves de éxito se escriben con ‘p’:
personas creativas y valientes, sobre todo en el primer año de vida;
perseverancia para no abandonar tu idea y pasión para transmitir tu mensaje y
convencer a los clientes, proveedores e inversores. Pero en esta carrera
advierte que no hay que tener prisa: “Las grandes ideas tardan décadas en
fructificar”.
Soluciones
alternativas
Caterina Fake es cofundadora de Flickr, el portal para
compartir fotos en Internet que hoy cuenta con más de cincuenta millones de
usuarios y que fue vendido en 2005 a Yahoo! Pero este planteamiento no era la
idea originaria de Fake. Su objetivo era crear una página de juegos, pero
fracasó y quedó casi en bancarrota.Sin embargo, no se dejó arrastrar por el
pánico, despejó su mente y buscó otra alternativa aprovechando lo que ya tenía.
“Cómo líder nunca puedes permitir que tu ansiedad intoxique a la empresa”. Para
Fake, el salvavidas fue que había formado un buen grupo de trabajo: “Fue el
equipo, no las ideas, lo que hizo triunfar a Flickr”.
Saber cómo se debe
crecer
Creatividad pura. Así se podría definir a Marc Ecko, el
fundador de la firma de ropa urbana que lleva su nombre y que actualmente
genera unos ingresos de más de 1.600 millones de dólares. Su mente de artista
le llevó a diseñar productos únicos que ha comercializado de forma masiva. Su
trayectoria iba en ascenso, pero hubo un momento en el que el rápido
crecimiento puso en peligro todos los éxitos conseguidos. Entonces aprendió lo
importante que es saber crecer y “tener un consejero delegado que no
necesariamente has de ser tú.Si quieres crear productos increíbles, necesitas
un socio que se dedique a gestionar el negocio”.
Aprender a vender
Sara Blakely fundó en 2000 Spanx para manufacturar y vender
una prenda interior que inventó: los pantis sin pies. En 2012, la revista
‘Fortune’ la distinguía por ser la mujer millonaria más joven del mundo.
Considera que su secreto ha sido ver en cada obstáculo una oportunidad.
Empeñarse en desarrollar un producto que cautive y no hacerlo más barato, sino
mejor. También cree imprescindible saber venderlo, transmitir en 30 segundos
por qué lo necesitan.
Fabricante de
felicidad
Joie de Vivre es el nombre del imperio hotelero creado por
Chip Conley. Adquirió un motel venido a menos en San Francisco y lo convirtió
en uno de los lugares de moda de la ciudad. Su negocio de ‘hoteles boutique’
suma más de 120 locales. Su receta es crear felicidad para los clientes. Saber
atender y unir sus expectativas, deseos y necesidades. Para lograrlo explica
que hay que actuar como un ‘outsider’: “Los cambios ocurren en los márgenes.
Normalmente son los que están fuera los que detectan necesidades quienes
usuarios y los competidores de un sector no han sido capaces de ver hasta
entonces”.
El dominio de los
datos
En 2000 Robin Chase y su socia Antje Danielson fundaron
Zipcar, una empresa de alquiler de coches por horas aparcados por toda la
ciudad en régimen de autoservicio. Reconoce que lo que más le costó fue hacer
entender a los usuarios en qué consistía el negocio. Para ella es fundamental
entenderlo como un todo, incluso las partes que no funcionan. Considera
esencial analizar al detalle los datos y aplicar este dominio a la toma de
decisiones. También recomienda hacer pequeños experimentos y evaluar los
resultados. Esto también lo aplica a la selección de personas.
Todo es un prototipo
Jawbone, fundada en1999, es la empresa creada por Hosain
Rahman que causó sensación a finales de 2006 con su primer dispositivo
‘bluetooth’ de manos libres. La investigación y el desarrollo de un avanzado
sistema tecnológico le valieron en 2010 el reconocimiento como uno de los
mejores diseños de la década. Pero como advierte Rahman, “si te conformas con
el éxito, dejarás de centrarte en lo que está por venir o en cómo mejorar. Éste
es el error que acabará contigo”. Para este emprendedor el desarrollo de
producto no termina nunca. Todo es un prototipo, un peldaño hacia el modelo
siguiente; pero decir esto no significa que tengas que entregar productos de
segunda fila. Has de estar absolutamente comprometido con la alta calidad. Pero
recuerda que es sólo el principio de lo que puedes hacer.
Nuevos estímulos
Técnicamente Jim McCann no es el fundador de 1.800-Flowers.
La compró cuando estaba a punto de hundirse y heredó siete millones de dólares
de deudas. Ahora la firma cotiza en bolsa e ingresa más de 700 millones de
dólares anuales. Cambiar la trayectoria de esta cadena de floristerías era el
nuevo estímulo que necesitaba McCann, un empresario con una vida cómoda, “el principal
enemigo de la ambición” y de la creatividad. Su reto fue reflotar este negocio
y lo consiguió centrándose en lo importante, en el orden pertinente para seguir
adelante y siendo tolerante ante la falta de perfección. También explica que es
fundamental saber pedir ayuda: “Confía en tu gente de referencia, que son
quienes te ayudan a retroceder, simplificar y ver el bosque en lugar de los
árboles”.
Lecciones de los grandes para que tu ‘start up’ despegue,Emprendedores&Empleo, expansion.com
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