(Un artículo del suplemento económico de El Mundo del 17 de
febrero de 2013)
Joan Torrent-Sellens, director de la UOC Business School, calcula que para salir de la crisis la economía española necesita crear alrededor de un millón de nuevas microempresas, que incorporen en su proceso generación de valor e innovación, "la empresa red es el futuro, y la red de negocios es el modelo de generación de ventaja competitiva más adecuado". Su decálogo para llevar a cabo el crowd start upping es:
1 Actitud. Es una competencia transversal de la empresa, pero poco implantada en la cultura de negocios española. El emprendimiento innovador, que realizan los emprendedores que filtran conocimiento, es colaborativo por naturaleza.
2 Estrategia de negocio. Las empresas son un agente económico y social. Siempre han establecido formas de colaboración con entidades financieras, servicios empresariales, proveedores, clientes, distribuidores, etcétera. La revolución está en la intensidad y la forma de interactuar que, a través de la red de negocios, pasa de puntual a continua. Así, los agentes que participan en el proceso se integran en el desarrollo de las estrategias de la empresa.
3 Modelo de negocio. La colaboración es mucho más que un instrumento para el negocio, es la compañía. La principal fuente de ventaja competitiva en la red de negocios es la forma y la intensidad en la colaboración de sus nodos.
4 La división del trabajo. Las redes tienen geometría variable y su forma se establece a través del principio de competencia. El proyecto común de negocio se desarrolla en función de las capacidades reales de cada nodo de la red.
5 Liderazgo. Para que funcionen, las redes deben ser autónomas, lo que sitúa a la coordinación como el principal reto. La dirección por valores y la inteligencia emocional son las mejores formas de liderazgo para alcanzar la coordinación.
6 Organización. Las redes no funcionan en entornos rígidos. La autonomía funcional, la descentralización de la toma de decisiones, la clara definición del trabajo, y la retribución por objetivos son los mejores mecanismos de organización.
7 La tecnología. Las necesidades tecnológicas de un proyecto común de negocio son un buen punto de partida. A través de la tecnología es posible iniciar y desarrollar el proyecto común. Para la microempresa española son interesantes los proyectos de márketing y comercio electrónico, la colaboración para la internacionalización y el cloud computing.
8 El aprendizaje. Las redes no nacen enseñadas. Hay que aprender a colaborar. Para ello es muy importante compartir información, recursos, contactos y desarrollar el saber cómo y el saber quién.
9 El rendimiento. La red debería ser un negocio de código abierto para sus integrantes. Para desarrollar el talento y la motivación de los nodos, los resultados de la red deben compartirse. Los nodos deben participar de los resultados, presentes y futuros, de la colaboración.
10 Formas. No existe una forma única ni estándar de colaboración. Redes de subcontratación, distritos industriales, clústers, alianzas estratégicas, proyectos de negocio... son distintas caras de la misma moneda. La forma legal de la red, el convenio o el contrato de colaboración no es prioritario. Lo primero es empezar a trabajar conjuntamente.
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