(Un artículo de Montse Mateos en el suplemento económico de El Mundo
del 29 de septiembre de 2013 - http://www.expansion.com/2013/09/27/emprendedores-empleo/emprendimiento/1380305278.html)
Establecer un sueldo justo para sí mismo y sus colaboradores es uno de los
grandes dilemas del emprendedor. Mientras que en los inicios algunos optan por
renunciar a su retribución en beneficio de la empresa y su plantilla, otros
creen que establecer un salario de entrada mínimo y equilibrado y reinvertir el
resto es la mejor vía para centrarse en el desarrollo del negocio.
Pocos se atreven a cuestionar la ilusión, la iniciativa y el empeño que ponen los emprendedores en lanzar su negocio. Estos nuevos empresarios se bastan ellos solos para hacer un examen de conciencia de sus déficit: no dudan un momento en poner en tela de juicio sus habilidades para gestionar personas. Por ejemplo, Jon Uriarte, artífice junto con Ander Michelena de Ticketbis, una plataforma intermediaria de compra y venta de entradas entre particulares, asegura que para crecer es clave hacer un ejercicio de delegación y consenso: "Es la única manera de que la empresa sobreviva". El hecho de que sólo el 80% de los nuevos negocios superen los dos años de vida es un dato más que evidente de la necesidad de afinar, entre otras cosas, en la gestión de personas.
Pocos se atreven a cuestionar la ilusión, la iniciativa y el empeño que ponen los emprendedores en lanzar su negocio. Estos nuevos empresarios se bastan ellos solos para hacer un examen de conciencia de sus déficit: no dudan un momento en poner en tela de juicio sus habilidades para gestionar personas. Por ejemplo, Jon Uriarte, artífice junto con Ander Michelena de Ticketbis, una plataforma intermediaria de compra y venta de entradas entre particulares, asegura que para crecer es clave hacer un ejercicio de delegación y consenso: "Es la única manera de que la empresa sobreviva". El hecho de que sólo el 80% de los nuevos negocios superen los dos años de vida es un dato más que evidente de la necesidad de afinar, entre otras cosas, en la gestión de personas.
Que el emprendedor se ponga un sueldo adecuado y que trate de ser justo con
lo que paga a sus empleados son otros de los aspectos que requieren también
especial mimo para la sostenibilidad de la compañía. Joan Torrent, director de
la UOC Business School, afirma que el control del aspecto retributivo es tan
sencillo como hacer un excel y ordenar los ingresos y los gastos. Pero reconoce
que crear una empresa en un entorno innovador impone unos nuevos criterios de
remuneración. Algunas de sus recomendaciones para agilizar este aspecto son
organizar la empresa por procesos o proyectos, que la división jerárquica se
aplane, que los trabajadores tengan márgenes importantes de autonomía y que la
retribución se establezca a través de la aportación del empleado.
Las start up saben que el café
para todos no es la mejor opción para garantizar una estructura sujeta a un
continuo proceso de cambio. Porque si hay algo que caracteriza a los nuevos
proyectos es su capacidad de adaptación al mercado y a sus clientes. Y para
ello, nada más ilustrativo que el pensamiento de los emprendedores que han
llegado a ser millonarios: “No se trata sólo de trabajar duro y muchas horas;
hay que actuar como empresario, sin importar el tamaño de tu empresa”.
Los ingresos no fluyen con rapidez en un negocio que está empezando. Por
eso, algunos emprendedores como David Ciccarelli, CEO y cofundador de
Voices.com –web que conecta a las empresas con talentos profesionales de la
voz–, han utilizado su ingenio para pagar a su plantilla sin necesidad de recurrir
al capital riesgo ni poner en peligro la continuidad empresarial: el bootstrapping. Mediante este sistema los
nuevos empresarios venden sus ideas sin tener todavía el producto en el mercado
para testar la aceptación que tendría y, de paso, conseguir capital.
Sin embargo, pese al éxito del sistema, Ciccarelli reconoce que el sueldo
de un ejecutivo podría romper su capacidad para incorporar perfiles
cualificados. “Por eso utilizamos nuestras finanzas de manera estratégica
fijando nuestra retribución en el importe mínimo para sobrevivir. Consideramos
nuestros ingresos personales y de las nuevas posiciones con mucho cuidado”,
recuerda. Más tarde optó por la compensación total para motivar a su plantilla
y “una retribución extra suave para premiar el buen desempeño”.
Aunque
parece evidente que ponerte un sueldo desde los inicios es una opción muy
saludable, hay quien opina que reducir o incluso eliminar el sueldo en la fase
de lanzamiento es a veces imprescindible para mantener los costes de
estructura, el equipo informático o el sueldo de los trabajadores, elementos
cruciales para la supervivencia del negocio. Una recomendación con la que
parece estar de acuerdo Brian Sharples, CEO de HomeAway.com –firma de alquiler
de casas de vacaciones que hace poco más de un año adquirió la española Top
Rural–: “Los fundadores tienen que dar prioridad a la creación de valor de la
acción sobre los salarios. De esta manera, los emprendedores se pagan a sí
mismos una cantidad mínima que les permite mantener un nivel de vida razonable
mientras invierten en el negocio y prueban el modelo”.
En cuanto a
los sueldos de la plantilla aconseja austeridad: "Si los empleados
demuestran cierta disposición para trabajar por un sueldo por debajo de
mercado, es un indicador de su pasión por el trabajo y su confianza en las
perspectivas de crecimiento y en una equidad futura". Sharples cree que es
recomendable revisar los salarios en línea con unos objetivos establecidos:
“Cuando la compañía ha tomado suficiente impulso para levantar una ronda de
financiación es el momento de ajustar los salarios según las normas del
mercado”. Recuerda a los emprendedores que "el salario inicial no les hará
millonarios, pero el capital que tengan en la empresa tal vez sí".
Un aspecto
en el que coinciden los emprendedores a la hora de remunerar a sus empleados es
en la importancia del variable, ligado a la consecución de resultados, y hacer
saber a sus colaboradores el valor que aporta a su currículo intangibles como
el aprendizaje y la oportunidad de participar en un nuevo proyecto.
No obstante,
conviene que recuerdes que de la ilusión no se come y que recompensar tu
trabajo y el de tus colaboradores aporta credibilidad a tu negocio. Dharmesh
Shah, cofundador de HubSpot –firma de software para márketing online–, es
tajante: "Los empresarios que optan por pagarse nada o casi nada, suelen
ser demasiado distraídos para implicarse realmente en su trabajo y, además no
motiva pensar que los que se unan a la empresa estén dispuestos a hacer lo
mismo. Es importante marcarte un sueldo, aunque no sea muy elevado, que te
permita enfocarte en tu trabajo sin preocuparte en exceso por el mantenimiento
de tu familia".
Por otra
parte, el artífice de esta start up
señala que ponerse una retribución elevada no es la solución: "Hay que
tratar que la compensación de los emprendedores y de sus empleados esté
equilibrada desde los inicios".
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