(Un artículo de Quique Rodríguez en el suplemento económico de El Mundo del 13 de enero de 2013)
No es sencillo ser recibido por un inversor –business angel–
dispuesto a escuchar tu idea de negocio y arriesgar su dinero en ella.
Si fallas, una sugerencia de ‘mejora el proyecto’ y un ‘vuelve otro día’
significan que no habrá segunda oportunidad. Por ello, hay que acudir
con la presentación bien preparada, el business plan pulido y saber contestar a todas las inquietudes del potencial socio.
Puede ser la falta de oportunidades de empleo o la explosión de un
renaciente espíritu emprendedor en nuestro país. El caso es que business
angel e inversores privados están observando un fuerte crecimiento de
las ideas de negocio que emprendedores de todo tipo les hacen llegar en
busca de financiación para sus proyectos empresariales, sobre todo
relacionados con Internet, e-commerce y economía digital.
Así, los potenciales socios financieros de estos nuevos empresarios
están recibiendo más propuestas que nunca en nuestro país y reciben a un
mayor número de candidatos a recibir una inyección de capital que haga
realidad sus aspiraciones. Pero convencer a estos inversores no es
sencillo. Hay que acudir a estas citas con los deberes muy bien hechos.
El proyecto debe haber sido analizado con rigor, el business plan debe
hacerse de forma metódica y profesional y hay que estar preparados para
responder con claridad y solvencia las preguntas que todo business angel
hace cuando tiene a un emprendedor en ciernes frente a él.
Para proporcionar a estos potenciales empresarios la preparación de
su presentación y para hacer de filtro a los business angel, cansados en
ocasiones de recibir proyectos que no se sostienen tras las primeras
preguntas, una incubadora española llamada EGauss ha puesto en marcha el
denominado certificado ER (de EmprendedoR), que contiene las 35
preguntas sobre tecnología y producto o servicio, márketing y ventas,
equipo gestor y financiación que todo inversor realiza siempre a un
emprendedor y que todo aspirante a empresario debe responder si quiere
salir de la reunión con un nuevo socio. Algunas pueden parecer obvias a
priori, pero los inversores que las han elaborado aseguran que los
candidatos no siempre saben solventarlas. Estas son las 35 cuestiones.
Tecnología y producto o servicio
1 ¿Cuál es el problema que resuelve tu tecnología,
producto o servicio? Ésta es una de las más importantes. Se trata de
explicar qué hace tu empresa, a qué se dedica, qué vende y si esta
novedad viene a solucionar un problema de un determinado público o
colectivo o responde a una demanda. Si no es así, la idea no sirve de
mucho.
2 ¿Cómo se resuelve ese problema sin tu producto?
Debes explicar qué otras alternativas existen hasta ahora en el mercado
para dar respuesta a esa necesidad.
3 ¿Por qué merece la pena solventar ese problema con
tu servicio? Es decir, hay que saber explicar qué diferencia a tu
propuesta de las que ya existen en el mercado y por qué motivos habrá
gente que prefiera tu propuesta a lo que ya hay.
4 ¿Qué hace tu producto? Hay que describir con
claridad y nitidez en qué consiste tu servicio o tecnología. Tan
sencillo como qué hace.
5 ¿Cuáles son las principales características y
beneficios de tu servicio? En línea con la anterior pregunta, se trata
de explicar cómo funciona nuestra propuesta, qué posibilidades ofrece,
qué ventajas aporta a los usuarios o compradores frente a otras
opciones, etcétera.
6 ¿Cómo está protegido tu producto? Los inversores
que han diseñado el certificado señalan que esta es una cuestión muy
importante para ellos y que pocos emprendedores se la han planteado
cuando les presentan sus proyectos. Si la idea está protegida frente a
terceros: si existe alguna patente de por medio, si hay códigos
guardados en el caso de las tecnologías, si puede ser fácilmente copiado
por un competidor. Igual sucede con el registro de la marca y el
dominio de Internet.
7 ¿Cuáles son tus principales competidores? Hay que
estudiar quién hace algo parecido, en qué situación se encuentra, si va
adelantado o no. Aunque pueda parecer algo negativo, el hecho de que ya
haya mercado, usuarios o compradores de algún producto o servicio
similar puede demostrarle al inversor las posibilidades de éxito de tu
idea.
8 ¿Cuáles son los criterios de compra de los
clientes? Hay que conocer cuáles son los factores y su peso en la toma
de decisiones del público al que te quieres dirigir.
9 ¿Cómo se compara con la solución de tus
competidores? Si tu producto, servicio o tecnología es superior o
inferior en términos de diseño, si está más avanzado o no
tecnológicamente hablando o si es más o menos atractivo o seguro, por
ejemplo. En definitiva, qué le hace mejor.
Márketing y ventas
10 ¿Cuál es tu mercado objetivo? Identificar cuál es el público y el territorio al que te diriges.
11 ¿Cuál es su tamaño? Tienes que haber estudiado el número de personas o empresas que componen el mercado al que te diriges.
12 ¿Cuál es el crecimiento esperado de tu mercado?
Ésta es quizá la más importante de las tres primeras preguntas en el
apartado de márketing y ventas. Si el mercado objetivo al que te diriges
está creciendo o menguando y qué previsiones de futuro tiene.
13 ¿Cuáles son los segmentos del mercado objetivo?
Hay que identificar los diferentes tipos de colectivos que forman el
mercado al que te diriges.
14 ¿Quién paga el producto y por qué? También es muy
importante diferenciar entre quién consume nuestro producto, servicio o
tecnología, quién decide su uso o compra y quién lo paga, que
dependiendo de la actividad pueden no ser los mismos.
15 ¿Quiénes son los clientes actuales y cuál es el canal de venta? Cómo llegarás realmente a esos futuros usuarios o compradores.
16 ¿Cuál es la estrategia y plan de expansión por
segmento de cliente? No deben hacerse de forma general. Debe haber una
para cada segmento del mercado objetivo.
17 ¿Cuál es tu estrategia y plan de expansión
geográfica? Dónde vas a lanzar tu producto o servicio y las siguientes
ciudades, zonas o países a los que llegarás. No sólo dónde, también por
qué: las razones.
Gestión y ejecución
18 ¿Quiénes son los fundadores? Es otra de las
preguntas importantes. Cuál es tu bagaje: qué trabajos has tenido, qué
puestos has ocupado, en qué empresas, qué otros proyectos has lanzado o
si has participado en algún otro. Por ejemplo, un conocido business
angel español valora a los emprendedores con MBA porque ha detectado que
en las últimas grandes ventas de empresas en nuestro país sus
promotores tenían una formación de este tipo en todos los casos menos en
uno.
19 ¿Quién más forma parte del management? Además de
los impulsores o accionistas, qué otros directivos participan en la
gestión de la empresa o tienes previsto que lo haga en el futuro,
identificándolo con nombre y apellidos. Un business angel te puede decir
que si nunca has dirigido a personas, cómo vas a hacerlo cuando cumplas
tu plan de crecimiento y tengas 200 empleados. No tienes por qué
hacerlo tú, puedes contratar a un ejecutivo. Has de tener previsto,
identificado e incluso, a ser posible, apalabrado o comprometido quién
va a ser.
20 ¿Quiénes son tus asesores y socios actuales?
Quién te asesora y en qué aspectos del negocio y cuáles son tus socios
hasta ahora y qué te aportan además del capital. A veces los inversores
aconsejan, incluso, regalar acciones a business angel de renombre
interesados en un proyecto pero que no han invertido en él. Es una
excelente carta de presentación ante otros financiadores.
21 ¿Cuáles son los hitos más importantes conseguidos
hasta la fecha? Qué es lo más importante que has logrado hasta el
momento con tu proyecto, tanto si ya está en marcha como si no. Si
tienes acuerdos firmados, estudios de mercado realizados, si has logrado
préstamos bancarios, si ya generas ingresos o si has realizado otras
ampliaciones de capital previamente.
22 ¿Cuál es el estado actual de tu empresa y de tu
producto o servicio? En caso de que ya esté puesta en marcha la
compañía, cuál es su situación en ese momento: si ya está constituida,
si has comprado dominios de Internet, si has registrado la marca, si hay
en marcha una versión beta, etcétera. En qué porcentaje has
desarrollado el proyecto y en cuánto tiempo estará listo lo que resta.
Si no es así y sólo se trata de una idea, lo tendrás muy complicado para
convencer a un inversor.
23 ¿Cuál sería el roadmap de la empresa tras la
inversión? Si finalmente te dan el dinero... ¿Cuáles son las siguientes
cosas que vas a hacer con esa inyección de capital y cuáles los
siguientes hitos a alcanzar por tu compañía?
24 ¿Cuál es la estructura actual del accionariado?
Quiénes son los socios de la empresa y qué porcentaje de propiedad tiene
cada uno hasta ese momento.
25 ¿Cuál es tu plantilla actual y tus previsiones de
contratación? Tienes que analizar las necesidades de personal de tu
firma en cada una de las fases del plan de crecimiento. Cuándo vas a
contratar, para qué, cuánto te costará e, incluso, identifica a qué
personas concretas incorporarás si se puedes concretarlo en este
momento.
26 ¿Cuál es la nacionalidad de la empresa y su
estructura legal? Son cuestiones que los autores del certificado creen
que pocos emprendedores se han planeado cuando se dirigen a un posible
inversor. Que seas español no significa que tengas que crear tu empresa
en nuestro país. Tienes que analizar dónde te conviene montarla y tener
en cuenta importantes aspectos legales, como el pacto de socios, el tipo
de sociedad que más te interesa, la forma en que se toman las
decisiones, etcétera.
Financiación
27 ¿Cuál es el modelo de ingresos? Muy importante.
Tienes que tenerlo definido claramente. Por ejemplo, a partir de unas
determinadas ventas a un precio ya se gana un determinado porcentaje,
etcétera.
28 ¿Cuáles son los costes asociados y las
necesidades de inversión? De qué gastos te puedes despligar en un
momento dado y de cuáles no.
29 ¿Cómo y cuándo se consigue el punto de equilibrio
de la compañía? Es decir, el momento en el que durante tres meses
seguidos se igualarán en el día a día de la compañía los ingresos y los
costes. Algunos inversores huyen del manido "el primer año pierdo, el
segundo empato y el tercero gano".
30 ¿Cuáles son las posibles salidas para el
inversor? Muy importante para los socios y poco tenido en cuenta por
muchos emprendedores. La mayoría de las veces se constituyen sociedades
limitadas (o anónimas también) que no cotizan en mercados bursátiles y,
por tanto, si un inversor quiere abandonar y recuperar liquidez en un
momento dado, sólo tiene la opción de vender su participación a otro
socio o buscar un nuevo inversor. Hay que prever cuáles son las
posibilidades de salida para él, si se van a repartir dividendos o no:
cuándo y cuánto.
31 ¿Quiénes son los compradores estratégicos para
una posible venta de la empresa? Muchos inversores buscan el gran
pelotazo que supone que una gran compañía, normalmente extranjera,
adquiera la firma. Hay que identificar cuáles son las potenciales
compradoras y huir de las típicas: Google o Facebook.
32 ¿Cuáles han sido las ventas de firmas comparables
a la tuya y a qué precios? Dónde y cuándo se han vendido proyectos
similares al tuyo y por qué cantidades.
33 ¿Cuál es la hoja de ruta de financiación de la
empresa? Los autores aseguran que los emprendedores suelen pedir al
inversor una cantidad, normalmente entre 200.000 y 300.000 euros, pero
no han valorado bien su compañía.
34 ¿Cuál es el método utilizado para valorar la
firma? Si le vas a dar un porcentaje de acciones a cambio de su
inversión, ¿cómo lo has calculado? ¿De dónde sale su porcentaje de
propiedad?
35 ¿A qué se va a destinar cada partida de
inversión? Hay que desglosar cuánto se va a emplear en márketing,
recursos humanos, desarrollos tecnológicos, etcétera.
Sello de calidad emprendedora
El certificado ER
–primera y última letra de Emprendedor– es promovido por la incubadora
EGauss, liderada por Raúl Mata, impulsor de proyectos empresariales;
Miguel Gordillo, ex socio director de Garrigues y ahora ‘business
angel’; y sus antiguos colaboradores en este bufete José Palacios y
Rafael Nebreda. Tras conversaciones con otros inversores, han elaborado
una lista de 35 preguntas que todo aspirante a empresario debe responder
para que un financiador le abra sus puertas. Para los emprendedores es
una guía para apuntalar su proyecto y un sello de calidad que les abrirá
más fácilmente la puerta de algún ángel. Para los inversores
es un filtro ante la cantidad de proyectos que reciben y una garantía de
que no perderán su tiempo con ideas de negocio que no se sostienen tras
unas cuantas preguntas. El certificado se obtiene en un curso de tres
días organizado por EGauss. Ya hay una serie de firmas que lo han
obtenido y otras que se encuentran en proceso. Más información en www.egauss.com.
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