(Un artículo de Tino
Fernández en el suplemento económico de El Mundo del 17 de noviembre de 2013 - http://www.expansion.com-)
La búsqueda pertinaz de
empleo no debe suponer una frustración. Puede ser un banco de pruebas para
encontrar por fin un puesto.
Por mucho tiempo que lleves buscando un nuevo empleo y por
más que los intentos fallidos puedan desanimarte, es posible que aprendas de
los errores.
El mercado laboral impone unas exigencias nunca vistas y las
soluciones tradicionales que antes podían ser eficaces ya no sirven. Esto, más
que una disculpa para animarte, es una evidencia que puede convertir tu
frustración en un deseo de buscar soluciones poco convencionales; de determinar
cuál es tu valor real en el mercado; de descubrir qué es lo que puedes hacer mejor
que los demás; de hacer todo lo posible por convertirte en un verdadero
especialista en la búsqueda de ese empleo escaso. Aunque estés en la situación
de buscar trabajo infructuosamente, debes dejar de considerarte simplemente un
parado, porque tal condición no te ayudará a encontrar un nuevo puesto. Eres un
profesional en transición, y esto supone necesariamente afrontar la búsqueda
con una nueva actitud y una dedicación específica.
Analizar la situación y sacar conclusiones puede ayudarte a
seguir la búsqueda con otra perspectiva:
¿Has empezado bien?
No te empeñes en aquello para lo que no estás dotado. Quizá por eso te estás
dando contra un muro constantemente. Pensar en esto no supone que debas ponerte
más límites que los estrictamente necesarios. Piensa qué quieres realmente en
el trabajo que estás buscando; qué es para ti lo imprescindible y lo accesorio.
¿Sabes buscar
trabajo? Debes plantearte si durante el tiempo que has estado buscando sin
éxito has sabido vender tus aptitudes y si realmente has utilizado los canales
más adecuados que pueden acelerar tu entrada al mercado laboral.
Ten en cuenta que un gran porcentaje de las ofertas no se
publican o ya están asignadas antes de que comience el proceso de selección.
Hay quien habla de un mercado de trabajo oculto, y el networking parece convertirse en la manera más efectiva de
encontrar esos trabajos que no están publicitados. Algunos estudios
internacionales revelan que un tercio de las ofertas de trabajo se llenan
gracias a los contactos y el boca a boca.
No olvides que el currículo es necesario, pero no suficiente
para llegar con éxito al puesto deseado. Para los reclutadores, cada vez pesa
más la personalidad y los valores del candidato, que son herramientas eficaces
para valorar el encaje en la cultura corporativa. La simple lectura del
currículo no permite percibir de qué tipo de profesional estamos hablando.
Otro tanto ocurre con las entrevistas de trabajo: De la
misma manera que los candidatos fallan en su búsqueda de empleo utilizando
herramientas y modelos obsoletos, también puede decirse que, quienes
seleccionan, cometen un error al dar a la entrevista de trabajo una validez
absoluta, cuando este encuentro personal tiene una eficacia relativa para
chequear algunos aspectos. Como en el currículo, tampoco se puede afirmar que
después de esa entrevista se conozca perfectamente al profesional. En ese
encuentro se pueden revisar proyectos clave, experiencia, magnitudes
gestionadas, y dibujar un determinado perfil personal previamente medido con otras
herramientas.
Ten en cuenta que atender a los aspectos personales evita
algunos errores en la selección, y ayuda a valorar si el profesional encaja en
la cultura de la compañía.
Haz las cosas de otra
forma. Reinvéntate. Eso te obliga a desarrollar ciertas competencias:
autonomía e independencia; flexibilidad y adecuación al nuevo escenario. También
se detecta la necesidad creciente de orientarse al cliente, sobre todo en
empresas de servicios. Y hay otras competencias menos individualistas y más
genéricas que se muestran cada vez más necesarias, como el trabajo en equipo y
la orientación a resultados.
Se buscan profesionales que hayan demostrado creatividad en
la manera de obtener sus resultados y que sean muy adaptables a las nuevas
situaciones. La agilidad para aprender resulta decisiva en momentos como los
actuales. Los reclutadores se fijarán en aquellos que aprenden rápidamente en
situaciones de cambio, porque son éstos quienes aportarán los mejores
resultados en el futuro.
Para conquistar a un reclutador en el mercado de trabajo
actual hace falta mucha dedicación previa. A eso se refieren los expertos
cuando aseguran que encontrar empleo es hoy una tarea digna de verdaderos
especialistas. Debes conocerte muy bien a ti mismo; has de saber lo que quieres
y lo que la empresa necesita; y tienes que estar muy seguro de que las
capacidades profesionales con las que cuentas son las adecuadas para
enfrentarse a esta prueba.
Piensa en ‘otras’
fórmulas. La relación entre empleado y empleador ya no es de por vida.
Aplica esto a tu búsqueda y descubrirás que implica la llegada de nuevos
modelos de compromiso, de carrera y de fórmulas de trabajo: debes valorar la
posibilidad de trabajar por proyectos, o tener en cuenta las posibilidades de
empleo independiente que transformarán de manera notable la manera en la que se
entiende tu carrera o tu profesión.
No desprecies las oportunidades que surgen del hecho de que
cada vez más empresas necesitan la aportación de personal cualificado para
avanzar. Pero ten en cuenta que se trata de posibilidades de trabajo puntuales
para solventar contingencias muy concretas.
Algunas organizaciones abren la veda del multiempleo, que te
permitirá desarrollar tu jornada laboral en varios trabajos compatibles e
independientes. Con esto, las compañías garantizan la posibilidad de contratar
a profesionales por un tiempo determinado y en función de ciertos proyectos que
de otra manera no se podrían permitir. Es una fórmula colaborativa que no
implica costes fijos, y que genera competitividad y rentabilidad.
Incluso puedes probar a convertirte en un individuo que sea
capaz de crear su propio portfolio de carreras, algo que implica identidades
profesionales múltiples. Todas estas fórmulas te harán ver con una nueva
perspectiva la búsqueda de un nuevo puesto.
Eres proveedor de
servicios. Olvídate para siempre de que una empresa pueda asegurarte el
sueldo todos los meses. Esto ha dejado de ser la norma y debes pensar en
términos de proveedor de servicios. Si no buscas empleo sobre esta base
reducirás notablemente tus posibilidades. Hoy estás obligado a inventar tu
propio trabajo.
Un giro de 180 grados.
En la consecución definitiva de la empleabilidad, que supone la adaptación de
tus capacidades a un nuevo escenario laboral, hay quien aconseja una
transformación radical. Si buscas y no encuentras, quizá ha llegado el momento
de cambiar totalmente, porque está claro que el entorno hace imposible trabajar
en lo que trabajabas.
Cambia de modelo y de forma de pensar. Puedes dar un paso
atrás para recomenzar en un trabajo menor. esto no es un fracaso. Puede ser una
inversión en el futuro que te dará la oportunidad de tomar un camino distinto.
No te centres únicamente en la búsqueda de posiciones
similares a las que has desarrollado hasta ahora. Trata de cambiar de un sector
a otro, y decídete incluso a aprender otra profesión.
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