(Un texto de Jorge Parra en el suplemento económico del
Heraldo de Aragón del 2 de febrero de 2014)
La perseverancia es una de las principales cualidades del
líder, que construye una visión del futuro y trabaja incansablemente para
alcanzarla. Lo que le diferencia es la voluntad firme de seguir adelante. Hay muchos
ejemplos de liderazgo empresarial pero, tal vez, uno de los más interesantes
sea el de lngvar Kamprad, fundador de Ikea.
Su gran innovación fue darse cuenta de que gran parte del
coste de los muebles se generaba en el montaje, que encarecía los gastos de
envío. Tuvo la visión de que si era capaz de vender los muebles sin montar
podría ofrecer mejores precios que la competencia Pero, cuando Ikea comenzaba
su andadura, se encontró con un boicot de los fabricantes de muebles suecos,
ofendidos por su estrategia de bajos precios.
Al borde de la quiebra, Kamprad decidió seguir adelante y en
1961, el mismo año que se construyó el Muro de Berlín, se estableció en
Polonia, un país atrasado y detrás del telón de acero. Esta difícil decisión le
permitió aprovechar las oportunidades de un país con abundante madera y mano de
obra muy barata El resto ya es historia. Probablemente, Ikea no sería lo que es
sin la voluntad de un líder empeñado en seguir su camino.
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