(Un texto de David Pérez en elconfidencial.com del 2 de octubre de 2013)
Conocíamos ejemplos como Upstart, plataformas donde las personas se
transforman en startups por las que los inversores
pueden apostar, si creen en su talento, para obtener un
rendimiento a largo plazo. En el fondo, no deja de ser una fórmula
distinta de mecenazgo, en este caso con cierta pátina de
neoliberalismo. Pero el ejemplo de Mike Merrill, emprendedor a
tiempo parcial y encargado de soporte técnico en una pequeña
empresa de Oregon, es mucho más extremo.
Hace ya cinco años que tomó la decisión de dividir su propia vida
en acciones y cotizar en bolsa, poniendo a disposición de los
accionistas las decisiones cotidianas y trascendentes de su
existencia, desde la pareja con la que comparte su vida hasta el
tipo de alimentación que debe llevar. Su objetivo, en principio,
consistía en obtener financiación para emprender proyectos de
forma paralela a su empleo, y cuyas ganacias que se repartirían
entre los accionistas.
El
juego bursátil se ha convertido finalmente en una pesadilla.
Las reglas del libre mercado han abducido por completo su
vida, hasta tal punto que ha perdido el control,
convirtiéndola, por momentos, en una pesadilla. Al menos, eso
parece desde fueraParecía una buena idea, pero
el juego bursátil se ha convertido finalmente en una pesadilla.
Las reglas del libre mercado han abducido por completo su vida,
hasta tal punto que ha perdido el control, convirtiéndola, por
momentos, en una pesadilla. Al menos, eso parece desde fuera.
Fue Wired quien publicó hace
varios meses un artículo donde se examinaban a fondo las
circunstancias de la nueva exitencia de Merrill. Desde el punto de
vista económico, a pesar de que la empresa de sí mismo ha
alcanzado una capitalización bursátil de 1,2 millones de dólares,
sólo ha conseguido ganar alrededor de 10.000 dólares en cinco
años.
Sin embargo, parece que el dinero no es el principal móvil del
protagonista de esta historia: a juzgar por su manera de actuar se
ha convertido en una especie de masoquista social. A estas
alturas, nadie sabe muy bien lo que trata de demostrar, pero Mike
sigue bailando al son que marcan sus accionistas.
100.000 acciones
El primer paso de Merrill fue dividirse en 100.000 acciones, cada
una de ellas valorada en un dólar, aunque al principio de su
aventura apenas pudo colocar un total de 929 acciones entre una
docena de amigos y familiares, entre los que también estaba su
novia. Aunque el propio Mike tuvo desde el principio una amplia
mayoría de la empresa, renunció desde el principio al derecho a
voto sobre ella, limitándose a ejercer un control ejecutivo como
CEO.
A continuación, creó una web -le costó 500 acciones, más 500
dólares- para que los accionistas tuvieran acceso en tiempo real a
la información sobre el precio de las acciones y la fluctación de
las cotizaciones. (Hoy, el precio de la acción apenas supera los
ocho dólares, pero en algún momento han rebasado los
veinte). También para que los accionistas pudiesen votar online
las propuestas sobre la vida de Mike Merrill.
El incentivo para los compradores era la posibilidad de
participar en las ganacias del emprendedor, pero parece que el
dinero no es lo que convenció al centenar de inversores que
llegaron después, adquiriendo casi 4.000 nuevas acciones.
Aunque en algún momento han tenido la posibilidad de especular
con la compraventa, su principal objetivo ha sido tener derecho a
entrar en la vida de Mike y controlarla para divertirse a su
costa. Así comenzó una especie de Show de Truman que aún
hoy no ha terminado. La última junta de accionistas se celebró en
junio de este año, cuando se decidió por mayoría aprobar
la renovación de una relación sentimental de Mike Murrill.
No siempre fue así.
La
última junta de accionistas se celebró en junio de este año,
cuando se decidió por mayoría aprobar la renovación de una
relación sentimental de Mike MurrillDe hecho,
hace cinco años la pareja de Mike dejó de serlo precisamente por
la presión de los inversores, que también censuraron una relación
posterior del emprendedor, en esta ocasión con una mujer de
nombre Marijke Dixon, que al parecer trató de hacer una OPA hostil
para hacerse con el control de su novio, objetivo que finalmente
consiguió.
Control total
No obstante, las injerencias de los accionistas han ido más
lejos. Obligaron también a Mike a emprender una relación con una
mujer polígama, y posteriormente a iniciar una serie de encuentros
homosexuales. Además, cuando Merrill contrató un seguro de vida
por valor de 100.000 dólares, los dueños virtuales de su vida le
forzaron a nombrar al accionariado como beneficiario del mismo.
Entre otros asuntos, también decidieron que Mike tenía que votar
al Partido Republicano, vestir únicamente con ropa de la marca
Brooks Brothers y ser vegetariano. Incluso le impidieron hacerse
una vasectomía o practicar cualquier tipo de ejercicio físico.
Aunque no existe ningún tipo de imposición legal que obligue al
emprendedor a mantener en el tiempo su extravagante aventura
empresarial, el excéntrico Mike ha expresado en varias ocasiones
el deseo de mantener el experimento a largo plazo.
"Esto no es sobre generación de beneficios, aunque pueda llegar a
pasar: es sobre un grupo de personas trabajando por un mismo
objetivo", explica en su página web. En los últimos años, ha
recibido insultos de toda clase, tanto por haber desarrollado una
idea absurda -con la que ni siquiera se ha hecho millonario- como
por haberse convertido en un juglar, sometiendo su vida al
escrutinio de los otros. Quizás, simplemente, tenga síndrome de
Estocolmo.
Esta bitácora NO intenta ser nada original. Solamente busco recopilar en un solo sitio lo que voy encontrando sobre ayudas al emprendedor, a la innovación, además de incluir algunos ejemplos de innovadores y emprendedores con éxito.
lunes, 21 de julio de 2014
sábado, 19 de julio de 2014
El secreto del éxito
(Un texto de S. McCoy en elconfidencial.com del 17 de febrero de 2010)
Ayer fui invitado por el IE a impartir la Lección
Inaugural de sus Másters Executive especializados en Finanzas y
Marketing. Toda una responsabilidad. ¡Qué decir a unas personas que han
decidido sacrificar 10 meses de su vida para afrontar tal reto
académico y que seguro cuentan con más y mejor formación que tú mismo!
Al final, mi ponencia derivó en el discurso que hoy les adjunto y que
únicamemente pretendía que los nuevos alumnos diferenciaran éxito de
status y pudieran encontrar las claves que conducen a él sobre la base
de mi propia experiencia. Algunos de ustedes me han pedido que lo
reproduzca en el blog. Y como llevo un par de días medio pachucho les
confesaré que me viene de perlas. Parte de su contenido está tomado de
otras charlas anteriores. Es inevitable: ni hay tanto que contar ni uno
tiene tanta capacidad como le suponen. Que lo disfruten.
Buenas
tardes a todos,
Cuando
hace apenas un mes Ignacio de la Torre me propuso
actuar como ponente en esta sesión de apertura, me paré abruptamente a
reflexionar sobre el por qué de tal elección. Obviamente sólo se podía
justificar, aparte de la relación personal que nos une y de la que me
siento inmensamente orgulloso, por una cuestión de éxito personalizada
en un pseudónimo, Sherman McCoy, bajo el que se
esconde el Alberto Artero que hoy ocupa esta tribuna.
En pocas ocasiones ocurre, como en mi caso, que un anónimo empleado de
banca se convierta de la noche a la mañana en una suerte de referencia
en el mundo económico y financiero, hasta el punto de que cerca de
20.000 personas leen sus artículos a diario. Un fenómeno que me
sobrepasa y que carece, probablemente, de precedentes en la historia
del periodismo español. Sería susceptible incluso hasta de un case
study de esos a las que son tan dadas escuelas de negocio como
ésta. Quedo a su disposición.
Entiendo
que, de un modo u otro, es el éxito lo que ustedes persiguen ahora que
se disponen a iniciar estos Másters especializados en Finanzas y
Marketing. Reconocimiento personal, profesional y social; potestad de
decidir y cambiar el curso de los acontecimientos; poder entendido como
la capacidad de hacer que las cosas cambien. Influencia. Una ambición
legítima. Sin embargo, no se equivoquen. Esas son sólo manifestaciones
externas de un estatus. Pero están muy lejos de ser reflejo real de una
vida exitosa. Sobre el éxito en general, y mi éxito en particular, va
mi ponencia de hoy. Son ideas extraídas del ámbito personal, de mis
propias experiencias y vivencias, pero fácilmente extrapolables a su
vida cotidiana, a sus relaciones privadas y laborales. En los próximos
meses van a recibir una avalancha de conocimientos, de información, de
conceptos. Mi propuesta es que tomen estos apuntes y los apliquen de
forma transversal a sus actividades. Seguro que no es el secreto del
éxito pero se aproximará bastante. O eso espero.
Voy
a articular la presentación alrededor de 10 puntos fundamentales, que
tratarán de ir de lo genérico a lo específico.
Primero.
El éxito sólo se puede medir en términos de felicidad, de
estar a gusto con uno mismo, de ser capaz de enfrentarse a la vida con
paz, alegría y optimismo. No son indicadores del mismo ni la cuenta
corriente ni la tarjeta de visita. Insisto, no se puede confundir con
un estatus, una apariencia que puede ser exitosa o encerrar el más
absoluto de los fracasos. La felicidad, y por ende el éxito, se
encuentran dentro de uno. Y exigen un trabajo constante que no hay que
descuidar. Debe ser la prioridad. Sólo se vive una vez y que tu vida
sea un éxito o un fracaso depende sólo de ti. No tanto de lo que pase
sino de qué manera afrontas lo que te sucede, sea del color que sea.
Segundo.
La primera condición del éxito para por el conocimiento de uno mismo.
Haz un análisis DAFO de tus debilidades, amenazas, fortalezas y
oportunidades. Si lo haces de cualquier compañía, cómo descuidar tu
propia sociedad vital, la conjunción de la materia, alma y espíritu que
eres. Descubre tus vicios y tus virtudes y, con base en ellos, sé dueño
de tu destino, pon tus verdaderos talentos a trabajar. No te hagas
trampas en el solitario. No te autoengañes. No tropieces 50 veces con
la misma piedra. Reflexiona, párate y actúa. No te dejes llevar por las
olas. Elige un camino y dirígete a él.
Tercero.
Interrelaciónate. Al conocimiento de uno mismo no sólo se
llega a través de un proceso de interiorización sino mediante el
contraste que te proporciona la inserción en la sociedad en la que te
ha tocado vivir. Analiza tus reacciones, vigila tus contestaciones.
Sorpréndete de ti mismo y purifica lo que no te gusta. Compara tus
expectativas con la realidad que te rodea, chequea tus límites y nunca
te conformes. Recuerda, estás en camino, te has fijado una meta. Y el
entorno, cualquier entorno, mejor o peor, no es el final de la ruta
sino únicamente un medio para llegar a ella. No te dejes vencer por él.
Todo lo que te rodea es útil para alcanzar el fin que te has propuesto.
Cuarto.
Cualquier intento de alcanzar el éxito, así entendido, pasa por la
conjunción de tres elementos mutuamente interconectados. En
primer lugar, educa tu voluntad, invierte en ella. Renuncia a
lo inmediato por obtener una mayor satisfacción en el futuro. De eso
saben mucho ustedes. La capacidad de sacrificio es la condición
necesaria para ponerse en marcha. Pero no es suficiente. Se necesitan
otros dos requisitos. Veamos. Segundo, haz un uso adecuado de tu
libertad que no supone, contra lo comúnmente aceptado, hacer lo
que te viene en gana sino sabiendo dónde vas elegir el camino correcto.
No es tener múltiples opciones, sino elegir la alternativa idónea para
la meta fijada. Tres y último, sométete al único juez que importa
que es el de tu conciencia. Sé coherente con el rumbo que te has
trazado. No te dejes llevar por lo que opinen los terceros ni actúes
condicionado por las apariencias. Voluntad, libertad y coherencia son
los únicos elementos que has de llevar contigo a la hora de emprender
este viaje.
Quinto.
No tengas miedo al fracaso. Es una parte de tu proceso de
aprendizaje. Nadie te ha prometido que la conquista del éxito sea un
camino de rosas. Lo importante no es caer sino saber levantarse. Y no
hacerlo acomplejado y abatido, sino con la cabeza bien alta. Sólo es
indigno el que no lo intenta. Detente en los porqués, causas de lo que
ha ocurrido y que hay que evitar en el futuro. Pero, sobre todo,
escruta los paraqués, cuál es la utilidad que puedo sacar de este
inconveniente que ha surgido. Sólo se puede mirar al pasado, para
aprender de él. No cabe la resignación apocada, ni la rebelión sin
fundamento frente a lo que pudo ser y no fue. Acepta lo sucedido que ya
no puedes cambiar y pon tu mirada en lo que realmente importa: el
mañana. No temas empezar de nuevo tantas veces como sea necesario.
Sexto.
No limites tu reflexión al fracaso; analiza igualmente las causas de
tus triunfos profesionales. Sé justo contigo mismo,
discrimina qué parte de responsabilidad que te compete en tus victorias
y cuál es el resultado de factores ajenos a ti como la coyuntura o la
suerte. Sé humilde. El problema de los listos comienza cuando
se creen los más listos, cuando empiezan a actuar como si
estuvieran por encima del bien y del mal, de las fuerzas que mueven los
mercados o sus ámbitos de actuación. El verdaderamente inteligente es
aquél que aprende toda circunstancia, con independencia del carácter
bondadoso o destructivo de la misma.
Séptimo.
Emplea el sentido común, que se ha convertido en el menos
común de los sentidos. Ten espíritu crítico, con independencia de cuál
es la procedencia de la información. Cuestiona el origen, disecciona el
contenido, actúa en consecuencia. Estamos en una sociedad que deja poco
espacio para la reflexión. No renuncies a ella. Haz del análisis
racional de las cosas un hábito. Conviértelo en costumbre. Te ayudará a
mitigar los errores y conquistar la felicidad y, por ende, el éxito.
Octavo.
Pon las cosas en perspectiva. No dejes que las ramas te
impidan ver el bosque, ni que lo inmediato te aleje de los grandes
fenómenos que se están produciendo a nivel mundial. Te pongo tres
ejemplos, fuentes todos ellos de oportunidades para el observador
avezado. Uno, internet como nuevo paradigma, un cambio tal que la
sociedad no se reconoce en el estado anterior, similar al fuego, la
rueda o la máquina de vapor. Aún veo a muchos directores de márketing
entregados a los medios tradicionales cuando el futuro pasa por la Red
como soporte multicanal. Cada día se abren nuevas vías de acción, como
las aplicaciones móviles o las redes sociales, por poner sólo dos
ejemplos. Dos, el nuevo capitalismo que supone la entrada en las
dinámicas de oferta y demanda de dos gigantes del tamaño de India o
China. Pocas veces se ha abierto un mercado potencial de 2.000 millones
de personas de golpe. El futuro de muchas compañías pasa necesariamente
por estar ahí, por investigar sus posibilidades y actuar en
consecuencia. Tres, la definitiva separación entre economía financiera
y real debido al excesivo tamaño adoptado por la primera frente a la
segunda. De su importancia son buen ejemplo las políticas de rescate
que se han adoptado desde el inicio de la crisis, muchas de las cuáles,
sobre todo en el mundo anglosajón, se han concentrado en ella. Ahora
con la crisis se inicia una etapa de austeridad y de recuperación de
valores. Quien sea consciente de esta realidad y sus implicaciones
partirá con mucha ventaja frente a sus competidores.
Noveno.
Profundiza en el entendimiento, no en el conocimiento. No
importa tanto estudiar, cuanto aprender, reconocer la utilidad práctica
de aquello a lo que se dedica un esfuerzo intelectual. Cuida que tu
curva de aprendizaje tenga pendiente positiva. Cumple con el nunca
te acostarás sin saber una cosa más. Así te mantendrás vivo,
despierto, alerta, tendrás un aliciente para seguir cada día. Vigila a
diario tu productividad. Cuanto mayor sea, menos te pondrán imponer los
demás tu rutina. Serás más dueño de tu tiempo y, por tanto, más feliz.
Décimo.
No seas cortoplacista. Ya hemos comentado antes que la
felicidad es un estado permanente. No olvides que la acción colectiva
es la suma del resultado de las acciones individuales o, mejor dicho,
el beneficio individual sólo crea valor si contribuye al bien
colectivo. Si todos miramos por lo nuestro, el sistema se colapsa. Este
mantra tiene dos implicaciones: la primera es vertical. Las acciones a
corto tienen unas consecuencias a largo que han de ser tenidas en
cuenta. No pueden ser pan para hoy y hambre para mañana. Se ve en la
política en casos tan graves como la educación. O en la actuación como
bomberos de los bancos centrales alimentando sucesivas burbujas. El
futuro se alimenta con la experiencia del pasado pero se construye en
el presente. Y si nuestras decisiones no contribuyen a su mejora de la
sociedad, su deterioro nos arrastrará a nosotros con él.
Pero
también tiene un efecto horizontal y es que nuestras decisiones hoy
inciden en el conjunto de la sociedad: es el equilibrio entre
maximización del beneficio y bienestar social el que garantiza la
supervivencia común. De lo contrario, como hemos comprobado, el caos
aparece a la vuelta de la esquina. El empresario de verdad es el que
persigue el cambio a mejor del conjunto de la sociedad obteniendo un
beneficio para sí mismo porque sólo así su vocación de permanencia en
el tiempo se cumple. De lo contrario, la muerte económica o social será
igualmente su propia muerte.
Concluyo.
No pretendo con ellos sino ayudarles a ser mejores personas y, de este
modo, profesionales capaces de sacar a España de la difícil situación
en la que se encuentra. Toda crisis supone una oportunidad y ésta, pese
a su gravedad, no es distinta a cualquier otra. No es momento para el
abatimiento sino para la valentía. Me encanta recordar la Generación
Cuéntame, la de sus padres y los míos, la última que cuidó a sus
progenitores a la vez que velaba por una mejor educación para sus
hijos; la que se jugaba constantemente la vida y el futuro a rojo a
negro con una situación política incierta y tipos de interés
disparados; la que era capaz de asumir responsabilidades y no dejarse
vencer fácilmente; que tenía más hijos y más espíritu de sacrificio; la
que, en definitiva, hizo la España que hoy disfrutamos. Si ellos
pudieron, cuánto más nosotros, probablemente la generación que ha
vivido de los años más tranquilos y boyantes en muchos. No podemos
renunciar a esta tarea. Estamos moralmente obligados a llevarla a cabo.
Aunque sólo sea para dejarles el listón al mismo nivel al que lo
heredamos. Está en sus manos y en las mías. Les deseo la mejor de las
suertes. De todo corazón.
jueves, 17 de julio de 2014
Qué aprendes cuando no encuentras un trabajo
(Un artículo de Tino
Fernández en el suplemento económico de El Mundo del 17 de noviembre de 2013 - http://www.expansion.com-)
La búsqueda pertinaz de
empleo no debe suponer una frustración. Puede ser un banco de pruebas para
encontrar por fin un puesto.
Por mucho tiempo que lleves buscando un nuevo empleo y por
más que los intentos fallidos puedan desanimarte, es posible que aprendas de
los errores.
El mercado laboral impone unas exigencias nunca vistas y las
soluciones tradicionales que antes podían ser eficaces ya no sirven. Esto, más
que una disculpa para animarte, es una evidencia que puede convertir tu
frustración en un deseo de buscar soluciones poco convencionales; de determinar
cuál es tu valor real en el mercado; de descubrir qué es lo que puedes hacer mejor
que los demás; de hacer todo lo posible por convertirte en un verdadero
especialista en la búsqueda de ese empleo escaso. Aunque estés en la situación
de buscar trabajo infructuosamente, debes dejar de considerarte simplemente un
parado, porque tal condición no te ayudará a encontrar un nuevo puesto. Eres un
profesional en transición, y esto supone necesariamente afrontar la búsqueda
con una nueva actitud y una dedicación específica.
Analizar la situación y sacar conclusiones puede ayudarte a
seguir la búsqueda con otra perspectiva:
¿Has empezado bien?
No te empeñes en aquello para lo que no estás dotado. Quizá por eso te estás
dando contra un muro constantemente. Pensar en esto no supone que debas ponerte
más límites que los estrictamente necesarios. Piensa qué quieres realmente en
el trabajo que estás buscando; qué es para ti lo imprescindible y lo accesorio.
¿Sabes buscar
trabajo? Debes plantearte si durante el tiempo que has estado buscando sin
éxito has sabido vender tus aptitudes y si realmente has utilizado los canales
más adecuados que pueden acelerar tu entrada al mercado laboral.
Ten en cuenta que un gran porcentaje de las ofertas no se
publican o ya están asignadas antes de que comience el proceso de selección.
Hay quien habla de un mercado de trabajo oculto, y el networking parece convertirse en la manera más efectiva de
encontrar esos trabajos que no están publicitados. Algunos estudios
internacionales revelan que un tercio de las ofertas de trabajo se llenan
gracias a los contactos y el boca a boca.
No olvides que el currículo es necesario, pero no suficiente
para llegar con éxito al puesto deseado. Para los reclutadores, cada vez pesa
más la personalidad y los valores del candidato, que son herramientas eficaces
para valorar el encaje en la cultura corporativa. La simple lectura del
currículo no permite percibir de qué tipo de profesional estamos hablando.
Otro tanto ocurre con las entrevistas de trabajo: De la
misma manera que los candidatos fallan en su búsqueda de empleo utilizando
herramientas y modelos obsoletos, también puede decirse que, quienes
seleccionan, cometen un error al dar a la entrevista de trabajo una validez
absoluta, cuando este encuentro personal tiene una eficacia relativa para
chequear algunos aspectos. Como en el currículo, tampoco se puede afirmar que
después de esa entrevista se conozca perfectamente al profesional. En ese
encuentro se pueden revisar proyectos clave, experiencia, magnitudes
gestionadas, y dibujar un determinado perfil personal previamente medido con otras
herramientas.
Ten en cuenta que atender a los aspectos personales evita
algunos errores en la selección, y ayuda a valorar si el profesional encaja en
la cultura de la compañía.
Haz las cosas de otra
forma. Reinvéntate. Eso te obliga a desarrollar ciertas competencias:
autonomía e independencia; flexibilidad y adecuación al nuevo escenario. También
se detecta la necesidad creciente de orientarse al cliente, sobre todo en
empresas de servicios. Y hay otras competencias menos individualistas y más
genéricas que se muestran cada vez más necesarias, como el trabajo en equipo y
la orientación a resultados.
Se buscan profesionales que hayan demostrado creatividad en
la manera de obtener sus resultados y que sean muy adaptables a las nuevas
situaciones. La agilidad para aprender resulta decisiva en momentos como los
actuales. Los reclutadores se fijarán en aquellos que aprenden rápidamente en
situaciones de cambio, porque son éstos quienes aportarán los mejores
resultados en el futuro.
Para conquistar a un reclutador en el mercado de trabajo
actual hace falta mucha dedicación previa. A eso se refieren los expertos
cuando aseguran que encontrar empleo es hoy una tarea digna de verdaderos
especialistas. Debes conocerte muy bien a ti mismo; has de saber lo que quieres
y lo que la empresa necesita; y tienes que estar muy seguro de que las
capacidades profesionales con las que cuentas son las adecuadas para
enfrentarse a esta prueba.
Piensa en ‘otras’
fórmulas. La relación entre empleado y empleador ya no es de por vida.
Aplica esto a tu búsqueda y descubrirás que implica la llegada de nuevos
modelos de compromiso, de carrera y de fórmulas de trabajo: debes valorar la
posibilidad de trabajar por proyectos, o tener en cuenta las posibilidades de
empleo independiente que transformarán de manera notable la manera en la que se
entiende tu carrera o tu profesión.
No desprecies las oportunidades que surgen del hecho de que
cada vez más empresas necesitan la aportación de personal cualificado para
avanzar. Pero ten en cuenta que se trata de posibilidades de trabajo puntuales
para solventar contingencias muy concretas.
Algunas organizaciones abren la veda del multiempleo, que te
permitirá desarrollar tu jornada laboral en varios trabajos compatibles e
independientes. Con esto, las compañías garantizan la posibilidad de contratar
a profesionales por un tiempo determinado y en función de ciertos proyectos que
de otra manera no se podrían permitir. Es una fórmula colaborativa que no
implica costes fijos, y que genera competitividad y rentabilidad.
Incluso puedes probar a convertirte en un individuo que sea
capaz de crear su propio portfolio de carreras, algo que implica identidades
profesionales múltiples. Todas estas fórmulas te harán ver con una nueva
perspectiva la búsqueda de un nuevo puesto.
Eres proveedor de
servicios. Olvídate para siempre de que una empresa pueda asegurarte el
sueldo todos los meses. Esto ha dejado de ser la norma y debes pensar en
términos de proveedor de servicios. Si no buscas empleo sobre esta base
reducirás notablemente tus posibilidades. Hoy estás obligado a inventar tu
propio trabajo.
Un giro de 180 grados.
En la consecución definitiva de la empleabilidad, que supone la adaptación de
tus capacidades a un nuevo escenario laboral, hay quien aconseja una
transformación radical. Si buscas y no encuentras, quizá ha llegado el momento
de cambiar totalmente, porque está claro que el entorno hace imposible trabajar
en lo que trabajabas.
Cambia de modelo y de forma de pensar. Puedes dar un paso
atrás para recomenzar en un trabajo menor. esto no es un fracaso. Puede ser una
inversión en el futuro que te dará la oportunidad de tomar un camino distinto.
No te centres únicamente en la búsqueda de posiciones
similares a las que has desarrollado hasta ahora. Trata de cambiar de un sector
a otro, y decídete incluso a aprender otra profesión.
miércoles, 16 de julio de 2014
Educación sostenible
(Un texto de José García Moltalvo en el suplemento económico de El
Mundo del 13 de diciembre de 2009)
Por fin parece que se generaliza la opinión de que la economía española
precisa cambios estructurales importantes y no sólo medidas a corto plazo. El
proyecto de Ley de Economía Sostenible sólo refuerza esta percepción. Uno de
los aspectos estructurales más importantes, no contemplado en el proyecto, es
un cambio significativo e innovador en el sistema educativo. Aunque hay muchos
temas importantes en la formación del capital humano, hoy quiero centrarme en
la educación universitaria.
Imaginemos un proceso de producción de tuercas en el que el 30%
acabaran con la rosca a medio hacer y un 35% fueran más grandes que la mayoría
de los tomillos de la economía. Cualquier sistema de control de calidad
calificaría ese proceso como enormemente ineficiente. Pues bien, estos parámetros
son los que definen la educación universitaria en España. El 30% de los estudiantes
abandonarán antes de finalizar y el 35% de los que finalicen tendrán un empleo para
el cual estarán sobrecualificados. Si a esto añadimos que la financiación del 85%
del coste de la enseñanza en universidades públicas (la gran mayoría) tiene su origen
en fondos públicos (unos 6.000 euros por estudiante y año) nos encontramos con
un sistema que derrocha recursos.
Pero, ¿qué sucede con la rentabilidad de los estudios universitarios? Pues
que está cayendo rápidamente. La OCDE señala que en España el salario relativo
de los universitarios frente a los graduados de secundaria no obligatoria ha
caído un 40%, más que en ningún otro país de la organización. Éste puede ser uno
de los motivos del elevado grado de abandono: es posible que muchos estudiantes
se planteen si vale la pena continuar estudiando cuando ser graduado universitario
sólo supone una pequeña ventaja salarial, y en tasa de desempleo, frente a los
graduados de enseñanza secundaria no obligatoria.
Una estrategia creíble para atacar las ineficiencias de la universidad
debería romper definitivamente su aislamiento frente a la sociedad y el sistema
productivo. La forma más sencilla de vencer esta resistencia sería confeccionar
un sistema de financiación de las universidades con unos incentivos adecuados. En
lugar de la financiación tradicional basada en inputs (cuantos más estudiantes más fondos) tendría que basarse en
resultados (tasas de empleo de los graduados, tasa de graduación en el tiempo previsto,
resultados de investigación medibles -como publicaciones o patentes, etcétera).
La investigación de los departamentos también debería ser evaluada, como se hace
en el Reino Unido, y su financiación tendría que depender de dicha evaluación. Si
un departamento opta por la endogamia en lugar de contratar a los mejores
acabará teniendo menos fondos y, en el medio plazo, o termina con la endogamia
o desaparece el departamento por falta de fondos.
En segundo lugar, es necesario cambiar la gobernanza de la universidad.
El claustro, que es la cámara que elige al rector, sólo debería incluir a los
representantes de los profesores y de los antiguos alumnos. Los problemas
laborales del personal de administración y servicios se deben tratar en la
negociación entre sindicatos y universidad y no en los claustros
universitarios. Por su parte, los antiguos alumnos son los que mejor conocen si
los conocimientos y metodologías educativas utilizadas en la enseñanza que
recibieron fueron útiles en su carrera profesional y su vida en general.
En tercer lugar, hay que aumentar sustancialmente las becas para
facilitar la movilidad de los estudiantes y cubrir el coste de oportunidad de
estudiar de los alumnos de familias con bajo poder adquisitivo. Pero, al mismo
tiempo, hay que incrementar sustancialmente el coste de las matriculas para aquellas
familias que pueden pagarlas.
Finalmente está el tema del espíritu emprendedor. Muchos graduados no
estarían sobrecualificados si montaran su propia empresa. Paradójicamente, los
graduados universitarios, que son los que mejor preparados están para entender
cómo funcionan sistemas complejos en ambientes de incertidumbre, son el grupo
educativo que menor propensión tiene a constituir empresas.
La animadversión que muchos de sus profesores funcionarios tienen hacia
el empresariado explica parte de esta falta de de espíritu emprendedor. Para
resolver esta situación, y otros muchos problemas, lo ideal sería acabar con el
estatus de funcionario de los profesores universitarios. En otros sitios se va
a hacer. Por ejemplo en Finlandia, espejo en el que todos los expertos
educativos miran por la elevada calidad de su enseñanza y los espectaculares resultados
de sus alumnos, los empleados de la universidad perderán su estatus funcionarial
en 2010. Seamos innovadores y adoptemos las decisiones que toman los líderes. Hagamos
una educación universitaria de calidad y sostenible.
lunes, 14 de julio de 2014
¿Pizzas gratis para todos?
(Parte de la
columna de Pablo Rodríguez Suanzes en el suplemento económico de El Mundo del
13 de diciembre de 2009)
[…] hemos leído o
escuchado cientos de casos de emprendedores que desafían a la crisis con
ingenio. En Francia, una pizzería ofrece un desafío singular. La cuenta llega
al cliente junto a tres dados. Si el comensal obtiene una combinación concreta
(4-2-1), ese día su mesa come gratis. A cambio de nada.
¿Un suicidio de los
dueños? No, una forma de lograr publicidad y de incrementar el consumo (http://www.laprovence.com/article/actualites/215760/marseille-une-pizzeria-ou-lon-joue-laddition-aux-des.html).
Tyler Cowen recoge en su blog el hecho, y comenta que un restaurante de este
estilo tiene que subir los precios para cubrir las pérdidas cuando los clientes
ganan. Clientes que tienden a consumir más ante la posibilidad de que el menú
sea gratis (www.marginalrevolution.com)
viernes, 11 de julio de 2014
Cómo superarse caminando sobre brasas
(Un artículo de Carlos Salas en el suplemento económico de El Mundo del
31 de mayo de 2009)
La historia de Tony Robbins es un poco triste al principio. «En mi casa
no teníamos dinero ni comida y pasábamos hambre. Alguien llamó a la puerta el día
de Acción de Gracias y nos ofreció comida. Mi padre se preguntó qué significaba
eso, y se dio cuenta de que era caridad y de que él ya no valía nada. Entonces
nos dejó».
La madre de Tony se casó dos veces más a pesar de que el renacuajo le
espantaba a los novios porque no paraba de hablar (no ha cambiado, ya verán).
Como muchas personas en esta vida, hubo un momento en que la vida de Tony dio
un giro radical. A los veinte años se topó con John Grinder, un lingüista que,
junto con el informático Richard Bandler, había inventado una técnica de
sugestión tan eficaz que servía para caminar sobre carbones encendidos. Eso demostraba
que muchos obstáculos eran una cuestión mental (lean La estructura de la magia, Cuatro Vientos). El numerito de las
brasas humeantes tuvo tanto éxito que ahora Robbins la incorpora en cada una de
sus cursos, que no duran menos de cuatro días. «Yo he visto a un montón de
gente caminar sobre las brasas en sus seminarios y es algo que no se puede creer»,,
me afirmaba Francesca Cattoglio, directora general de IIR, una de las empresas de
formación más importantes de España.
A la edad de 34, los médicos detectaron a Robbins un tumor en la
glándula pituitaria. Tony empezó a crecer hasta convertirse en un gigante de
más de dos metros, con unas manazas y unos pies que recuerdan a uno de los
personajes malos de las películas de James Bond. Tony padece acromegalia. Quizá
por eso luego escribiría un libro titulado Awakening
the giant within (Cómo despertar al gigante
que llevas dentro; en España se llama Con·
trole su destino, Debolsillo).
Hoy Tony Robbins es uno de los mejores conferenciantes del mundo, el
más cautivador, es multimillonario y todo gracias a que es uno de los mayores
profetas de la Programación Neuro Lingüística. ¿Otro camelo de autoayuda? No
vayan tan rápido.
«Grinder y Bandler se dieron cuenta de que todos tenemos un código de comunicación
verbal y no verbal, y que la buena o mala comunicación depende de cómo coincide
con el código de los demás», dice Gustavo Bertolotto, el hombre que introdujo
la PNL en España en 1988. Si adivinamos cuál es el código de los demás, hemos recorrido
casi todo el camino. «Comprender mejor es que el otro se sienta comprendido»,
añade Bertolotto (en internet busquen instituto
potencial humano).
Al principio se usó la PNL como una especie de sugestión hipnótica para
curar alergias y fobias, traumas psicológicos y bloqueos mentales hasta que los
norteamericanos, siempre tan prácticos, la llevaron al mundo empresarial y
ahora se ha transformado en un método bastante eficiente para triunfar en la
vida personal y profesional.
En realidad, la PNL se basa en decir que todos nos comportamos
siguiendo un patrón o una plantilla mental. Dentro de nosotros hay una inmensa
veta de oro que no hemos excavado por pereza o por ignorancia. Si pudiéramos
reprogramar nuestras cabecitas, cambiarían nuestras actitudes y mejoraríamos como
personas. Si buscas problemas, encontrarás problemas; si buscas soluciones,
encontrarás soluciones.
Para saber cómo se comunican los demás, los expertos PNL siguen un
método mediante el cual estudian las palabras y los gestos. Todos representamos
la realidad mediante imágenes (visual), sonidos (auditivo), o por el tacto, el
gusto y el olfato (kinestésico). Una vez detectadas esas formas, sólo hay que
ayudar a la otra persona a definir con precisión lo que quiere conseguir y
pasar a la acción, usando el mismo método. Upsss, dirán ustedes, eso suena a
sermón de telepredicador.
Suena así, pero la PNL cada vez tiene más adeptos. La base es motivar a
través del lenguaje gestual y oral. ¿Sugestión? ¿Hipnosis? Algo de todo eso. ¿Y
no nos dejamos sugestionar en un buen mitin político? ¿No caemos bajo las
seductoras maneras de un buen orador o de un médico? Lo que han hecho los
fundadores e impulsores de la PNL es poner todas esas cosas que intuimos como
el lenguaje, la seducción, los gestos, y han añadido la disciplina y el método:
pregúntate qué es lo que más te gustaría hacer, piensa cómo lo vas a hacer en
los próximos años, crea un programa, síguelo y consíguelo. En el fondo, es pura
lógica y bastante voluntad y se resume en: si modificas tu forma de captar la realidad
externa, pondrás esa realidad a tu favor. El arma para hacerlo es el lenguaje verbal
y no verbal.
Robbins organiza gospels de PNL
ante miles de personas durante los cuales parece un telepredicador. Trata de
que la gente se pregunte por qué hace las cosas (véanlo en YouTube poniendo «tony
robbins ted» o http://tinyurl.com/3hl5dy). Quienes han asistido a sus cursos
dicen que salen con más energía que cuando entraron. (Lean los pros y contras
relatados por José Pedro García en http://tinyurl.com/qce862).
Robbins y los adeptos a la PNL tienen sus detractores. La web www.skepdic.com
se dedica a explicar por qué podemos caminar sobre brasas sin quemarnos, y dice
que todo son paparruchas. Tienen algo de razón pero eso no es lo importante.
Creo que Jo importante es que la PNL puede ayudar a alguien a motivarse, a
superar sus fobias y sus miedos, y en el mundo de la empresa se usa cada día
más incluso para hablar en público. En Vodafone, Barclays, Honda, Marks &
Spencer y Microsoft se emplea habitualmente, según The Times
(http://tinyurl.com/chenna). También se emplea en el mundo del deporte.
Aprender PNL no es cuestión de un cursito de fin de semana. Para ser un
practicioner se requieren tres años.
Ya hay muchos especialistas en España y se han escrito multitud de libros. Uno
de ellos analiza al hombre que ha sugestionado a medio planeta con esta
técnica. ¿Adivinan quién es ese hombre? Acertaron: Barack Obama (Se titula: El secreto de Obama, de Mónica Pérez de
las Heras, Editorial Lid).
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