domingo, 28 de febrero de 2021

Los 10 trabajos del "futuro"

(Un texto de Elena Hita en el suplemento económico de El Mundo del 22 de septiembre de 2013. Sigue siendo pura ciencia ficción.)

Como predicciones que son, algunos ni existen. A saber, según la consultora de tendencias, Sparks & Honey, los diez trabajos del futuro son: consejero de productividad, gestor digital, consejero macrobiótico, desorganizador corporativo el que saca ideas de cualquier departamento, tutor de curiosidad una especie de coach para sacar lo mejor de uno mismo, especulador de divisas alternativas, pastor urbano un jardinero de ciudad a caballo entre agricultor y guía naturista, reparador de impresoras 3D, gestor de muerte digital especialista en crear, desarrollar y eliminar rastro alguno de contenidos en la red, y archivador de la vida personal –expertos en catalogar y explotar las hazañas de cada uno.

martes, 16 de febrero de 2021

Innovadores y empresarios

(Un texto de Jorge Parra en el Heraldo de Aragón del 3 de mayo de 2020)

Los innovadores son un valor en alza en la sociedad actual. Pero debemos reivindicar también la figura del empresario. Cuando Thomas Edison inventó el fonógrafo en 1877 señaló hasta diez usos distintos del mismo: conservación de la voz de personas en riesgo de muerte, grabación de libros para personas ciegas, clases de ortografía, utilización como dictáfonos en empresas, etc. En ningún caso pensó en la reproducción de música. Pasado un tiempo sin alcanzar unas ventas relevantes, llegó a decir que su invento carecía de valor comercial.

Cuando otros empresarios adaptaron su invención para su utilización en gramolas tragaperras, Edison protestó porque restaba seriedad a su invento. Tuvieron que transcurrir 20 años hasta llegar a asumir que la principal aplicación del fonógrafo era la reproducción de música. La historia del Kleenex, la del Postit, la de la CocaCola o hasta la de McDonalds son similares. En todos estos casos hubo innovadores que descubrieron una idea genial pero no supieron explotarla, y emprendedores que pusieron en valor la idea y la hicieron accesible a todos con una hábil aplicación comercial. Una sociedad se desarrolla y prospera gracias a la capacidad de movilización de nuevas ideas.

martes, 9 de febrero de 2021

Un negocio con alma motera

(Artículo escrito por Lorenzo Pérez en el Heraldo de Aragón del 13 de octubre de 2019)

Despedido hace cuatro años y sin lograr reengancharse a una empresa porque «nadie valora tu experiencia», el zaragozano Lorenzo Pérez, que hoy tiene 56 años, ha puesto en marcha el proyecto de un sidecar funerario que le ha hecho ganar el premio +50 Emprende, impulsado por Endesa.

Llevaba desde 2015 trabajando en un proyecto empresarial tan singular como original. Concretamente, desde que la empresa para la que trabajaba le dio la carta de despido y él pudo constatar en carne propia eso que suelen denunciar muchos parados de larga duración. Que la trayectoria no siempre cuenta para quienes compiten por nuevos empleos. Su empeño de «aragonés que no acepta un no por respuesta», según declara, le ha permitido seguir adelante con una iniciativa que ahora recibe un fuerte espaldarazo al obtener el primer premio +50 Emprende, al que compitieron más de 300 emprendedores de más de 50 años de toda España. Lorenzo Pérez, zaragozano con experiencia previa en una empresa del sector químico, lanza ahora su nuevo sidecar funerario, un flamante vehículo ya debidamente registrado y homologado que transporta féretros con una motocicleta.

«Siempre he sido motorista, un amante del vehículo de dos ruedas que no quiere irse de esta tierra en un vehículo convencional», afirma a modo de explicación de su proyecto, en el que ha trabajado sin parar en los últimos cuatro años con el apoyo de su mujer, Laura Sanmartín, que es monitora de tiempo libre en un colegio. «He gastado todos mis ahorros en esto, pero tengo ya un prototipo que está disponible desde finales de agosto al pasar por la ITV», reseña ahora con orgullo, por un lado por cristalizar una iniciativa a la que ha dedicado tanto esfuerzo y, por otro, por el apoyo que supone la recepción de un premio concedido por un jurado que ha visto futuro al proyecto. El galardón viene acompañado de una dotación de 15.000 euros y un servicio de acompañamiento y guía empresarial (este lo reciben los diez finalistas).

«La capacitación y la experiencia no se valora en este país», afirma al contar el periplo de búsqueda de empleo que siguió a su despido. «Yo no me veía para nada fuera del mercado, me veía muy activo, así que decidí reinventarme», añade. Así empezó entonces su conversión en emprendedor, trabajando en su casa, realizando todo tipo de contactos para averiguar qué había que hacer para sacar un vehículo como este en el mercado. Un sidecar funerario que es único en Europa y del que habría modelos similares en Estados Unidos y en países de Latinoamérica, aunque en estos de modo más rudimentario y por ahorro de costes de clases menos favorecidas. «En España no había nada similar, así que con apoyo de amigos lo diseñamos, lo construimos y lo patentamos», indica.

La motocicleta sidecar funeraria está ya disponible a los clientes que lo soliciten. «Somos un servicio de transporte del fallecido», apunta Lorenzo Pérez en ese sentido, aunque considera que el sector al que va destinado su proyecto es muy amplio, especialmente señala «en el segundo país de Europa con más vehículos de dos ruedas después de Italia». Funerarias y aseguradoras, admite asimismo, podrían estar entre sus clientes, pero acaso sea pronto para afirmarlo. «Ahora quiero aprovechar el asesoramiento que viene con el premio para ver cómo debo seguir impulsando el negocio», apunta.

Los premios +50 Emprende forman parte de una iniciativa que, impulsada con la colaboración de la. Fundación Endesa, que cuenta con un programa denominado Savia que tiene como objetivo mejorar la empleabilidad de los mayores, está ligada a la película 'Abuelos' (protagonizada por Carlos Iglesias, Roberto Álvarez y Ramón Barea y estrenada anteayer en los cines).

La organización recibió un total de 328 proyectos de negocio. La media de edad de las personas presentadas fue de 64 años (el más joven tenía 50 y el mayor, 89). El 45% venían de una situación de desempleo de larga duración y se vieron obligados a emprender «por necesidad», según Fernando Lallana, director de los galardones. El 57% de los proyectos fueron presentados por mujeres. «Es evidente que la iniciativa ha calado en la sociedad, lo que confirma la necesidad de ensanchar los cauces de participación social y profesional de las personas mayores en nuestra sociedad», afirma Lallana.

«Me enteré hace unos meses del premio y vi que cumplía los requisitos», recuerda Lorenzo Pérez, que entonces no se imaginó que su negocio con alma motera podría ganar ni de casualidad. «Cuando la iniciativa se promocionó en Zaragoza (hace un mes, en la sede de la Fundación Ibercaja) me grabaron y hace diez días me dijeron que estaba entre los diez finalistas», reseña. El miércoles pasado, esos diez contaron al jurado sus proyectos en un evento en el cine Capitol de Madrid. Ahí se anunció que el primer premio era para el zaragozano con su sidecar funerario, que el segundo recaía en una idea de un sistema de regadío inteligente, del leonés Segundo Díez, de 57 años, y que el tercero se lo llevaba la madrileña Sara Lozano, de 54, con una aplicación para combatir cuadros de ansiedad y pánico.

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