(Un texto de Javier Serrano en El Mundo del
9 de marzo de 2020)
Cuando hablamos de innovación, se piensa en el
iPhone, ordenadores o inteligencia artificial, pero a veces es más sencillo. Es
el caso del tetrabrik de cartón, que revolucionó los bienes perecederos.
etra Pak es una de las compañías que nos ha
acompañado toda nuestra vida: su gran invento fue el tetrabrik y, desde que lo
pusieron en el mercado en 1963, la leche, los zumos, el vino y tantas otros
productos los hemos consumido en estos envases. Prácticamente todos los días
pasan por nuestras manos recipientes inventados, desarrollados y fabricados por
Tetra Pak.
En 2020 la compañía de origen
sueco cumple 60 años desde que llegó a España: seis décadas de
crecimiento, desarrollo e innovación. Hablamos con Ramiro Ortiz, director
general de Tetra Pak Iberia. Este ingeniero brasileño de 45 años lleva toda su
carrera en la compañía, desde 1998, y conoce bien la filosofía de la
organización. "Nuestra misión es proteger los alimentos, preservar sus
cualidades y alargar su vida útil". Esa es la razón de ser de Tetra Pak.
"Y además", añade, "debemos hacerlo con un impacto mínimo en el
medioambiente, de forma sostenible". Y alrededor de esos dos ejes,
preservación de la calidad de los alimentos y sostenibilidad, la compañía
estructura toda su actividad.
HISTORIA
Todo empieza en los 50, poco después de terminar
la Segunda Guerra Mundial, cuando Ruben Rausing, el
fundador de la compañía, se dio cuenta de que hacía falta otra forma de envasar
para conservar mejor los alimentos. Así empezó a diseñar sus
primeros envases de cartón. La idea fue un éxito, supuso una revolución y la
expansión comenzó inmediatamente y a toda velocidad.
Ya en los años 90, Tetra Pak entró de lleno en
todo el proceso de producción de alimentos. "Los envases siguen siendo
nuestra principal línea de negocio, un 70% del total", explica Ortiz,
"pero también nos dedicamos al proceso completo. En el caso de la leche,
por ejemplo, ofrecemos una solución completa: el ordeñado y recolección, el
procesado del producto y el envasado; la cadena completa para llevar el
alimento desde el origen hasta el consumidor". También lo hacen con otros
productos como el queso o la mayonesa.
A día de hoy, los números de la
compañía ilustran su presencia en todo el mundo: unas ventas a nivel global de
11.200 millones de euros, presencia en más de 160 países,
25.500 empleados, casi 200.000 millones de envases vendidos al año, 56 plantas
de producción, cinco centros de investigación y desarrollo...
En la región de Iberia, a la que pertenece España
(además de Portugal, Angola y Cabo Verde), la facturación anual supera los 560
millones de euros. El grupo cuenta con algo más de 700 trabajadores y dispone
de tres fábricas en Arganda del Rey, Sevilla y Lisboa. El director general
añade que "la compañía ha crecido en los últimos años a ritmos de entre el
4% y el 5%, aunque ahora nos movemos en tasas cercanas al 1%".
Esta presencia ha hecho que Tetra
Pak sea en la actualidad una referencia para toda la industria alimentaria.
"Aparte de los lácteos, que ya hemos comentado, también en conservas,
vegetales, atún, aceitunas, zumos... Incluso en algunos cosméticos, que se
comportan de una manera similar a ciertos alimentos".
La sostenibilidad se ha convertido en una
obsesión para la firma. Son conscientes de que a la industria del envase se la
mira con lupa en un mundo en el que el material desechable está cada vez menos
aceptado. Sin embargo, su primera gran ventaja es que
"nosotros somos de cartón, que es un material 100% renovable y
reciclable". El 75% de sus envases son, efectivamente, de
cartón. Solo un 20% son de plástico y un 5%, de aluminio. En ese sentido, ya
tienen mucho ganado.
La segunda ventaja es
su apuesta decidida por la sostenibilidad. "Es algo que
está en nuestro ADN desde los orígenes de la compañía. Fuimos de las primeras
del mundo en elaborar un informe de sostenibilidad, siempre hemos sido
plenamente conscientes de la necesidad de que el impacto ambiental de nuestra
actividad sea mínimo".
El plástico, por ejemplo, es una preocupación
importante. "Hemos empezado a utilizar un material de
origen biológico. Lo obtenemos de la caña de azúcar y es totalmente reciclable".
De momento es algo costoso, pero ya ofertan tapones de plástico vegetal para
las compañías que quieran utilizarlo en sus envases. "La velocidad que
tardemos en pasar de los materiales derivados del petróleo a estos nuevos, de
origen vegetal, dependerá de la disponibilidad que nos ofrezca el mercado. Pero
el objetivo a medio plazo es eliminar los primeros", asegura el directivo
brasileño.
En cuanto a proyectos concretos, Tetra Pak está
trabajando en los tapones que, según la normativa que viene, deberán ir sujetos
al envase y no podrán soltarse. "El grueso del esfuerzo lo hacemos
internamente. La inversión comprometida en I+D en este proyecto es de cerca de
50 millones de euros en tres años, de 2019 a 2021".
Otro cambio importante es la inminente
desaparición de las pajitas de plástico, tan habituales en
nuestros refrescos desde que éramos niños, pero muy dañinas para el
medioambiente y muchas especies. "Estamos desarrollando equipos para
producir a alta velocidad pajitas de papel. En este caso, la inversión
comprometida para el trienio en curso es de 30 millones de euros."
Ramiro Ortiz incide en que "estamos
investigando e invirtiendo mucho en este tipo de desarrollos". Toda la
estrategia de Tetra Pak va dirigida a ofrecer un servicio de máxima calidad y
mínimo impacto, lo que "supone un esfuerzo brutal, pero es una filosofía
irrenunciable". De hecho, los cuatro pilares en
los que basan sus decisiones son: (1) productos y servicios de calidad para los
clientes y los consumidores finales; (2) sostenibilidad, tanto en lo que se
refiere al consumo energético de sus propias fábricas como al reciclaje de los
envases; (3) mejora de las operaciones, para que suba la productividad y
disminuya la merma de materiales, y (4) innovación, entendida por
digitalización y procesos que mejoren la sostenibilidad.
En definitiva, "buscamos el beneficio
sostenible del envase. Como dijo nuestro fundador, Ruben Rausing: 'Un envase
debe ahorrar más de lo que cuesta".
LA ECONOMÍA ES CIRCULAR
La compañía de origen sueco ha puesto uno de sus
focos en la recuperación. "En España, el nivel de reciclaje de cartón es
del 85%, un dato muy bueno. Vivimos en un país muy concienciado".
El primer pilar para que el reciclaje funcione es
precisamente ese: que la gente se mentalice, y Tetra Pak participa activa y
constantemente en campañas informativas. Pero son necesarias más cosas: que
funcione bien la recolección (en el caso de nuestro país, EcoEmbes se encarga
de ello), que exista una industria recicladora fuerte (en este ámbito es Saica
quien está a la cabeza) y, finalmente, que se genere una industria que consuma
el material reciclado.
"Hasta 2018", explica Ramiro Ortiz,
"el proceso era lineal, pero ahora es circular". Eso significa que un
material que inicialmente era residual se transforma en materia prima
nuevamente y consigue una segunda vida. "Con el cartón hemos evolucionado
mucho. Ahora trabajamos con la industria del reciclado para aumentar el valor
del residuo de plástico y aluminio y poderlo aprovechar".
REVOLUCIÓN EN LA ALIMENTACIÓN
El tetrabrik, lo que en la compañía llaman
"el envase aséptico", cambió por completo la forma de entender la
distribución de alimentos. El impacto social fue descomunal. "La gran
aportación es que alargaba considerablemente la vida del contenido, manteniendo
intactas sus propiedades sin necesidad de conservantes". Productos
perecederos con un margen de vida muy corto comenzaron a durar mucho más. "Y
si la durabilidad se alarga, el alimento se puede llevar más lejos, no importa
que tarde más, porque el género se conserva en perfectas condiciones."
Las consecuencias fueron inmediatas. Las
compañías de alimentación pudieron incrementar su producción, salir de su ámbito
puramente local y empezaron a exportar. "Galicia y Asturias son dos buenos
ejemplos, y los tenemos muy cercanos. Los ganaderos se encontraron con la
posibilidad de envasar la leche y venderla al resto del país, o incluso al
extranjero". El negocio se multiplicó. Y lo mismo ocurrió con muchos otros
productores de diferentes países.
Quizá por eso es difícil encontrar una nevera hoy
en día que no contenga algún tetrabrik.